sábado. 20.04.2024

Javier Salvador, @jsalvadortp

Mientras en toda la provincia nos metemos bajo las mantas por la ola de frío polar, en Adra, además, llega la particular ola de escalofrío que ha provocado un claro, sencillo y rotundo comunicado de prensa de Plataforma Abderitana, la confluencia de fuerzas de izquierdas que agrupaba a IU, los simpatizantes de Podemos y esas otras plataformas que por si solos poco o nada, en número de concejales, iban a conseguir pero que en conjunto sumaron tres sillones frente a los nueve del PP, ocho del PSOE y uno de Ciudadanos.

El PP llegó al poder gracias al diálogo de sordos entre los partidos de la oposición, cuando sólo entre Plataforma y PSOE sumaban una mayoría suficiente para que Adra volviese a la senda de la izquierda. En este tiempo, los dos años que llevan dejando gobernar a los populares, las denuncias sobre lo mal que lo hacen, su incapacidad de disminuir deuda o no atender las necesidades sociales de la localidad han sido una constante que hemos vivido atónitos, porque aun pintándoles como la reencarnación del mal según se desprendía de los comunicados de la oposición, sencillamente se les dejaba gobernar.

No hace mucho se devolvía a la actualidad el caso de la ex alcaldesa, ex delegada del Gobierno y actual portavoz del PP en el Parlamento Andaluz, sobre cómo había dejado a su esposo bien situado en el organigrama municipal, algo que por otro lado no es exclusivo ni de Carmen Crespo ni de Adra, pero sí motivo suficiente para plantear una moción de censura aunque sólo fuese bajo la premisa de no ser cómplices de tales situaciones teniendo desde la oposición la llave del gobierno local.

Ahora Plataforma Abderitana da un paso adelante, plantea unas condiciones programáticas que a grandes rasgos no deben diferir mucho de lo que el PSOE llevaría en su programa. De otro lado Ciudadanos, con un único concejal, ha lanzado un comunicado en el que pide celeridad en el proceso además de exponer una serie de reproches lógicos dentro de lo políticamente correcto cuando las aguas bajan turbias, y con este panorama el PSOE tendrá que hablar más temprano que tarde sobre si recoge el guante y en qué condiciones.

Ahora bien, si al PP se le esfuma la alcaldía de Adra generarán a los conservadores algo más que el problema de la pérdida de sueldo entre los concejales populares y sus asesores contratados. A pocos meses de un congreso provincial para el que se postulan Carmen Crespo, ex alcaldesa de la localidad y el número dos de Gabriel Amat, Javier Aureliano García, la lucha puede ser algo más que interesante salvo que aparezca un tercer candidato de consenso que, a día de hoy, no lo hay.

La caída de Adra sería uno de los ejes del enfrentamiento en ese congreso, al que puede que se sumen otros condicionantes como la más que previsible pérdida del Consorcio de Basuras de Almanzora, Levante y los Vélez, pero por encima de todos esos condicionantes el que realmente debe preocupar a los grupos implicados en la posible moción de censura es el de las necesidades de los vecinos que no están cubriendo por parte del actual equipo de gobierno ni aún teniendo a la Diputación Provincial de su parte.

La respuesta la tienen dos partidos que por si solos suman mayoría absoluta, y esos son PSOE con ocho concejales y Plataforma abderitana con tres. Si ambos son capaces de hablar y entenderse, el panorama político puede que no sólo cambie en el poniente almeriense, porque por el momento ya han provocado una ola de escalofríos que se extiende desde el poniente a la capital.

Ola de escalofrío en Adra
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