jueves. 28.03.2024

Piero Molducci

ALMERÍA.- Es el primero en llegar al pabellón incluso en la última semana antes de conceder y concederse unas merecidas vacaciones. En los próximos días se mantendrá el ritmo en la medida de las posibilidades, ya que la mente necesita respiro, aunque no es su caso: “En los días de fiesta habitualmente me aburro”. Vive en clave de voleibol y ni siquiera en el parón navideño es capaz de desconectar del todo, pese a que lo intentará. En su afán por tener todo medido, llega “como mínimo media hora antes del entrenamiento” y ultima los detalles de la sesión que ya lleva muy pensada con antelación: “Miro lo que vamos a hacer y muchas cosas más”. Así es un Piero Molducci que concede mucha importancia a la calidad del trabajo.

Por eso tiene muy claro su deseo para el año entrante: “Le falta todavía al equipo porque hemos entrenado con 12 jugadores solo dos semanas, y en este deporte es muy importante tener un mínimo de 12 o 14; hay semanas que se ha entrenado en ocho o nueve, así que en 2018 pido tener 12 siempre, porque se entena mejor, y si te entrenas bien, el resultado es bueno”. Por lo demás, su balance es “normal” visto lo visto: “No me ha gustado mucho que siempre falta algún jugador; Israel lo esperábamos y ahora está otra vez parado un poco, falta un segundo opuesto, que no tenemos; hay un equipo con dos líberos y dos colocadores, un cambio solo por cuatro, aparte de los centrales”. La suerte no ha acompañado con las lesiones.

Es algo que, por ahora, se repite respecto a la temporada pasada, ya que debe hacer balance del año completo y no solo de la primera vuelta del campeonato: “El mismo problema, con un opuesto que además en los momentos importantes jugó peor que en todo el año, y la lesión de Israel penalizó mucho al equipo; hemos ganado mucho pero no las cosas importantes, y perdimos con Palma, que era un equipo mucho mejor que nosotros”. En lo que respecta a esta nuevo curso, “se han jugado nueve partidos bien y dos mal, se ha sido regular y en esos dos han fallado un poco uno o dos jugadores que normalmente no fallan”. Su sello propio y por el que trabaja es el de la competitividad y la mejora técnica de cada jugador.

Así es cada inicio de campaña: “Normalmente cada año cambiamos a muchos jugadores y hay que empezar otra vez con los nuevos, con imponer en su cabeza cómo yo quiero el voleibol, con poco error y con ganas, con actitud buena, pero de verdad que es importante repetir que esto pasa si se entrena bien, y eso sucede con 12, 13 o 14 jugadores disponibles porque hay competición en el entreno; si no  hay eso, como ha pasado, se entrena al 60% o 70% porque no se puede hacer nada diferente”. En parte, las dos derrotas de la primera vuelta tienen algo de ello: “Nunca se prefiere perder, se gana y se pierde; Teruel y Palma han jugado bien y hemos ganado dos puntos, porque se podría haber perdido por 3-1 y 3-1”.

El italiano ve en ello “la cosa positiva”, mientras que la negativa es “llegar a esos momentos importantes así, ya que hay que jugar mejor; en los paridos clave no se ha jugado como el equipo sabe, e incluso no bien, se podría haber ganado, con lo que volvemos a la parte positiva”. Sí, la psicología también es importante llegados esos momentos: “Hablo con los jugadores para que no se produzcan bajones; no sé porqué uno tiene un 50% en ataque normalmente y contra Teruel un 0%; no depende del colocador, ni del entrenador, ni del entrenamiento, sino de él, y hablo de uno o de otro al que le pase; hay jugadores que en partidos importantes están mejor, o juegan poco o directamente no juegan, y así es el deporte en general”.

Eso también se trabaja, “en la fase regular se entrena la actitud y la cabeza para dar lo mejor en las eliminatorias”. Banquillo tiene, y así lo vio en Tarragona: “A Rubén lo veo en los entrenamientos y es un buen jugador que hizo buen partido; el problema fue Jean Pascal, al que tuvo que cambiar por molestias en una pierna, y Alex lo hizo muy bien, regular, recibiendo bien, que era donde tenía que mejorar y bloqueando también bien”. La clasificación “es perfecta” tal y como ha quedado: “Somos tres equipos, Teruel, Palma y nosotros, que podemos ganar o perder entre nosotros, de un nivel superior a los demás; en la Copa del Rey pensaré la semana anterior; la ganamos jugando un partido más y perdimos con uno menos”.

En cuanto a la Navidad como tal, no es que sean fechas que le gusten de un modo especial, pero hay que aprovecharlas para vivir los lazos familiares: “Ya son cuatro meses que no veo a mi hijo y a mi hija”. Serán días italo-almerienses, con su modo de vivir ambas culturas: “En España es diferente a Italia, ya que en Nochevieja toda la familia está junta y en Italia cada uno va donde quiere; no hay Reyes allí y la fiesta grande es Nochebuena y el día de Navidad, cuando se reúne la familia, está el árbol y los regalos debajo, ya que se dan la noche del 24, y se comen lentejas, conejo al horno con patatas, una pasta casera con caldo, que se come con cuchara y que se llama cappelletti, pandoro, panacota, tiramisú…”.

Navidad redonda y tricolor de Piero Molducci