Al-Hakam Morilla, Liberación Andaluza
"El recuerdo es vecino del remordimiento". Victor Hugo
En colonizadas sociedades sumidas en estados profundos de alienación, con una deriva totalitaria creciente, todo vale. Lo mismo dan contextos de guerra declarados que inventárselos. Así se puede constatar en el 80 aniversario del bombardeo sobre la ciudad de Almería por parte de Alemania. Da igual una matanza en un conflicto bélico declarado, que un Estado extranjero como represalia al ataque por error a uno de sus barcos, la emprenda a cañonazos contra pacíficos habitantes de la ciudad de la Alcazaba. Sin el menor freno moral y con total hipocresía. En plan payasos de las bofetadas, que cuando uno se agachaba el mamporro lo pillaba otro sin venir a cuento.
En la urbe más suroriental de la Península el propio Ayuntamiento, no sólo sus palmeros periodistas en nómina, cree quedar justificado con una bochornosa y rácana plaquita con los nombres de los muertos por el bombardeo alemán indiscriminado en 1937, en la entrada subterránea de unos refugios antiaéreos. Si con eso algunos se conforman no pasan de deshumanizados patanes sin escrúpulos. Ese crimen de lesa humanidad merece al menos un gran conjunto escultórico a cielo abierto, para las generaciones venideras, en el Paseo Marítimo o frente al Puerto. Los treinta y un asesinados en su mayoría no se adscribían a ninguno de los bandos en conflicto, y Alemania no estaba en guerra en 1937. Así que ni eran 'caídos por dios y por españa', ni 'mártires del comunismo', ni gaitas, sino víctimas inocentes: simples vecinos de Almería. Honrar su memoria con dignidad no es ni de derechas ni de izquierdas, atañe a la humanidad misma.
Nada, aquí la carnavalera política siempre por delante. Resulta indiferente hasta para aprobar los presupuestos incluso que el PSOE preste un diputado canario, el cual se presentó por sus listas (a esto llaman 'oposición' en Españistán). En el amoral olimpo de los dioses sueldofijos con dietas, y sus serviles gacetilleros lamezurrapas, basta con mirar para otro lado o perseverar en la táctica del avestruz. El porqué existía historia civil antes de que se formasen los rebaños partidistas contemporáneos, sigue siendo un misterio. Y no será por falta de analistas subvencionados.
A principios de la mal llamada 'transición' -o continuidad del Tardofranquismo que todavía sufrimos- cualquier profesor de historia de Instituto podía ver publicado un 'trabajo de investigación', en forma de libro, a condición de que se documentase en archivos parroquiales, para satanizar a las minorías. Entidades financieras vinculadas a los tentáculos del Vaticano, o sus organismos culturales subalternos compraban así voluntades de sumisos docentes triperos, dispuestos a ganarse un sobresueldo.
Así se magnificó la leyenda de las 'repoblaciones', se depuraron literariamente con falacias costumbres o lengua moriscas en su origen, latinizándolo todo hasta extremos ridículos. Como si 'Castilla' (de casta) hubiese sido eterna, y Roma fuese lo moderno en lugar de la Revolución Andalusí, motor del I Renacimiento de una Europa empantanada por entonces aún más en las tinieblas y usura clericales.
En la misma Francia, me contaba un viejo amigo doctorando en la Sorbona, que ciertos aclamados 'arabistas', con sus textos traducidos al español, en realidad conseguían jugosos emolumentos escribiendo panfletos para informar a la fuerzas de seguridad francesas de peligros o conspiraciones de difícil credibilidad, organizados según ellos por sopas de siglas terroristas en el extranjero, pero las más de las veces amamantadas por las antiguas potencias coloniales. Estos aspectos polémicos eran silenciados sistemáticamente por los especialistas académicos.
De lo que se trata es de diabolizar al supuesto adversario de los amos, no sea que éstos dejen de saquear o machacar al trabajador con total impunidad, mezclando su grotesca patriotería de meretrices, el culto al trono foráneo del papado y una avaricia sin límite. O algo más cínico aún. La estúpida consideración, tal vez para crear las condiciones de un atentado parafascista, de la teatralizada y a sueldo reivindicación mitificada de Al-Andalus, por parte de exóticos personajes esperpénticos donde cristo perdió el turbante.
Como si no supiésemos que para árabes y musulmanes no peninsulares en general, Al-Andalus es el antiejemplo, el arquetipo de 'pecadores' a no imitar. Nuestra inmortal Civilización entregada a la sensualidad, al conocimiento de materias profanas, a celebrar la vida y la mística del agua y los jardines perfumados... importa tanto a los descerebrados fanáticos con chilaba financiados y organizados por las cloacas de la OTAN, como a sus hermanos de espíritu, los apóstoles del sacramento de la penitencia, patriotas de Castel Gandolfo y de las JONS.
No se la pegan a nadie con sus patéticas monsergas. Presentar a los supuestos 'expertos' en nómina con la espada de Santi matamoros, ora en los rotativos bien por las aulas, no consigue convencer más que a convencidos. Gandules, hay que practicar con mayor tesón para crear estados de opinión favorables al racismo y la xenofobia. No basta el clásico pimpampún de torquemadillas del baratillo cañí contra la morisma... infiel y traicionera, cómo no. Hay que esforzarse en pasar por alto que una mayoría abrumadora de atentados y asesinatos en las últimas décadas en Europa han sido imputables al neofascismo o el nazismo. Y no nos referimos sólo a la Hungría del miniführer Orban o a la nazificada Alemania Oriental.
Aquí con darle a la maquinita de la desinformación de masas, creando estaditos de opinión al servicio de los de siempre, nos basta para no hacer autocrítica, solapar los expolios, y hasta la sangre derramada de las víctimas no políticamente interesantes. ¿Dónde os metéis, cobardes forjadores del odio, del olvido y la ignominia, cómplices ruines de la barbarie, nadie os ha esculpido aún una placa en vuestro ominoso lodazal?
Al-Hakam Morilla Rodríguez, Coordinador de Liberación Andaluza. @liberacionan
