Javier A. Salvador, teleprensa.es
El diputado por Almería Juan José Matarí y su esposa, la concejala de Pozuelo de Alarcón Juana Beatriz Pérez Abraham, tienen dos opciones y la primera es pedir perdón por ese viaje a Eurodisney organizado por las empresas de la trama Gürtel e irse. Pero ya. La segunda es quedarse y aguantar el chaparrón que le va a caer sobre todo al primero, porque no va a ser poco, y como todo lo que cae sigue su curso hacia abajo, pringará a base de bien a quienes eran sus protegidos en Almería, demarcación por la que es diputado pese a que su hogar parece estar bien lejos del sur.
El primero de esos protegidos de Javier Arenas y Matarí no es nada más y nada menos que Gabriel Amat, alcalde de la híper urbanizada Roquetas de Mar, presidente provincial del PP y por tanto de la Diputación Provincial, a quien si ya le pesa el barro del caso Hispano Almería, ahora no estará para muchas vueltas al ruedo así se traiga Curro Romero ese capote que dicen que tiene embrujado. Pero que no lo traiga para torear, sino para ocultar a sus amigos Arenas, Matarí y Amat.
Pero estaba claro que si caía Javier Arenas, a quien ya no le nombran ni como senador en las notas de prensa del Ayuntamiento de Roquetas de Mar, el siguiente en la lista era Juan José Matarí, y mucho ha tardado en saltar la liebre porque cerca, lo que se dice cerca, ha estado de algunos de los principales implicados. De hecho su esposa, Juana Beatriz Pérez Abraham es concejala en el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón desde el año 2003, localidad en la que no olvidemos que era alcalde por esos mismos años Jesús Sepúlveda, uno de los primeros y más importantes gürteles de este país.
Allí, ella, desempeñaba el papel de cuarto teniente de alcalde cuando la trama estaba en todo su apogeo y se celebraban los famosos cumpleaños de los niños de la ahora ministra Ana Mato. La esposa de Matarí es a día de hoy tercer teniente de alcalde y titular del Área de Gobierno y Gestión de Familia, Asuntos Sociales, Mujer, Educación, Sanidad y Consumo. Vamos, de casi todo.
Así las cosas, sólo se tiene una parte de la historia cuando se tira de hemeroteca para recordar aquel sms que Bárcenas le mandó a Mariano Rajoy el 5 de marzo de 2013 y que publicó El Mundo: "Mariano necesito hablar con Javier (Arenas). Como le dije a Matarí [ Juan José Matarí, diputado por Almería, miembro del comité ejecutivo nacional] os estáis equivocando. Los papeles supuestamente de Álvaro y míos están judicializados penalmente en Plaza de Castilla y ahora pendiente de la decisión de Ruz. Yo sí tengo las ideas claras. Abrazos. Al día siguiente, Rajoy llama por teléfono a Bárcenas. No le localiza”, cita el medio de comunicación.
Matarí, haga lo que haga, está solo e identificado como parte importante del grupo que se va a comer el marrón, y dentro de ese equipo parece que el nombre de Almería va a tener un papel muy especial. Vamos, que cualquier día nos enteramos de que la historia no empezó allí, en Madrid, sino aquí.
Por un lado tenemos a Javier Arenas, secretario general del PP en los tiempos de trama en plan salvaje. En el momento de su caída, nada menos que Parlamentario Andaluz por la provincia de Almería. Su incuestionable hombre de confianza, jefe de gabinete y asesor durante años, Juan José Matarí, que siempre ha tenido cargo en Sevilla o Madrid, y siempre allí donde estuviese Arenas, es diputado por Almería pero su mujer, al mismo tiempo, desempeña el cargo de concejala y teniente de alcalde desde hace algo más de diez años en Pozuelo de Alarcón, y digo yo que si eres teniente de alcalde tienes que ser de los favoritos de éste, y mira por donde esta señora, Juana Beatriz Pérez era teniente de alcalde de Jesús Sepúlveda, más conocido por su relación contra la trama Gürtel que por ser el marido o exmarido de Ana Mato, hoy ministra de Sanidad. Casi nada el aporte de los ilustres Arenas y Matarí a esta Almería nuestra.
Pero claro, no hay mal que por bien no venga, ya que si esto sigue así el diputado por Almería Rafael Hernando, ya no volverá a ver su puesto peligrar en las listas almerienses por el poco cariño que le confesaba Javier Arenas. Ahora es todo lo contrario, en unos meses va a sobrar sitio en las listas de PP.
