sábado. 20.04.2024

Malas Compañías rinde homenaje a Sabina

ALMERÍA.- Lleva cinco años paseando por distintos escenarios de la provincia y también de la geografía española su tributo al cantautor de Úbeda Joaquín Sabina. Este viernes día 31, a las 22.30 horas, llega a Clasijazz en un formato acústico, mucho más íntimo de lo que tiene acostumbrado a su público. 

Y es que Justo Mullor, el ‘frontman’ de Malas Compañías, ha desviado sus pasos musicales en favor de una aportación más personal a un repertorio preexistente y redondo, sin duda, pero en el que ahora ha decidido volcar su propio sello: “Es un proyecto que se aleja un poco más de la recreación de Sabina para llevarlo a nuestro terreno”, asevera.

La banda contribuye a este nuevo fin desde los arreglos pianísticos de Joaquín de la Muela hasta los aportados por Vanesa Cáceres con la flauta travesera y los coros vocales. “El color de la voz y la forma de cantar son ahora un poco distintos al original, hay más tanto por ciento de Justo Mullor”, afirma el cantante para explicar esta evolución. 

En cuanto a los temas seleccionados para el espectáculo que han llamado ‘Un paseo por Calle Melancolía’, son los más sentimentales y poéticos de la discografía ‘sabinera’, pero al mismo tiempo muchos de los más reconocidos por los seguidores. Así, con la especial atmósfera que crearán las teclas del piano, Justo pondrá en su boca y en su propio espíritu canciones tan célebres como ‘Contigo’, ‘Y sin embargo’ o ‘Tan joven y tan viejo’, entre otras 15 más que componen su repertorio.

Atrapado en Sabina

Pese a todo, Justo Mullor se confiesa atrapado en Sabina y en sus canciones. “Es un cantante que hace poesía y es difícil igualarlo. Me atrapa lo que escribe, cómo es capaz de describir el desamor, eso me atrapa”. 

Y así lleva desde hace una década, después de que dejara un poco de lado el rock de sus primeros pasos en la música, que le llevaron a participar en grupos locales como ‘A palo seco’ o ‘Tocino de cielo’, cuando todavía era un joven de 17 años. 

La guitarra acústica la aprendió a tocar de forma autodidacta y aún fue un paso más allá: componer sus propios temas, ésos que no han visto nunca la luz en una grabación y que quién sabe si algún día el eclipse de Sabina permite que lo hagan. 

Porque en él aterrizó y en él se ha quedado. Primero acompañado de otros músicos de renombre por estos lares, como los guitarristas Antonio Gómez o Carlos López Lirola, y después con una nutrida banda a la que decidió dejar atrás el verano pasado para abordar esta nueva era musical en la que se encuentra. 

Malas Compañías presenta en Clasijazz su visión más personal del repertorio de Sabina
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