Álvaro Cabo
Mientras en España, l@s niñ@s nos preocupamos de coleccionar cromos, de hacer la lista de regalos para los cumpleaños, papa noel o los reyes magos o de saber más de fútbol o de barbies que de mates y lengua. A casi 7.000 km, en un país cuya moneda vale 100 veces menos que la nuestra, con un indice de alfabetización del 50% escaso. Pero con muchas esperanzas de querer arreglar las cosas, ya que, el ministerio de Educación pakistaní quiere llegar al 95% de matriculación en la edad primaria, ese sitio se llama Pakistán, un país superpoblado, que mide 100.000 km2 más que nuestro país, pero tiene una población 4 veces superior.
Dentro de esas 190.000.000 de personas, está Malala Yusafzai, en cualquier país europeo seria una joven estudiante, probablemente eramus, de un instituto o universidad. En lugar de eso, es, por necesidad y méritos propios, la galardonada más joven con el premio Nobel en todas sus categorías, concretamente el PREMIO NOBEL DE LA PAZ además, al igual que un servidor, es escritora y bloggera.
Ha recibido otros premios para pacifistas como el importante Sajarov (otorgado por la eurocámara en honor al expresidente soviético Andréi Sájarov)
Como he mencionado anteriormente, para llegar a recibir tan importantes galardones, ha tenido la necesidad de expresarse ante el mundo o lo que es lo mismo, airear su desdicha, su inconformismo y su negativa a convertirse en una simple, banal y resignada oveja. Esto, le ha jugado tan malas pasadas como sufrir un atentado talibán por querer ejercer su derecho a la educación. Le ha sido negado solo por ser niña y por estar en el país equivocado.
Aún así, siguió adelante y SU VOZ llegó a las asociaciones igualitarias y empezó a ser más mediática y por lo tanto, escuchada. Ésta valiente a mis ojos, se ha convertido a sus 17 años en una heroína del S.XXI y se merece esto y más.
Hay una frase pronunciada por Malala que me gusta mucho; "Un niño, un profesor, un libro y una pluma pueden cambiar al mundo. La educación es la única solución".
A mí; respecto a esto, me gustaría añadir este otro pensamiento:
"La ignorancia es un arma tan desagradable y despreciable como mortífera, en especial la histórica. Para sumir a un pueblo en el caos solo hace falta tergiversar la historia o privarlo de la educación". Álvaro Cabo.
Si nuestros dirigentes y los líderes mundiales, se pararan a escuchar a los niños, estoy seguro que todo sería de otra manera, es decir, MEJOR.
ENHORABUENA MALALA, SUPISTE VENCER AL MIEDO Y HAS HECHO HISTORIA
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