Álvaro Cabo Ciudad, escritor y blogger
Al igual que se busca la excelencia en los alumnos, también se debe buscar en los profesores. Ellos también tiene el deber de trabajar duro para ganarse la aprobación y admiración de su alumnado en particular, y de la comunidad en general. No me gusta oír de la boca de un profesor que "él ya lo tiene todo hecho".
Seguro que muchos de vosotroshabréis visto la noticia en la que el ministro de educación propone otra reforma en el sistema educativo. A los "profesores buenos" se les pagará más que a los "profesores malos". Es decir, que habrá un incentivo para los profesores que obtengan mejores resultados. (Los sindicatos ya están en pie de guerra).
En nuestro país, hemos tenido siete leyes educativas en democracia, y en ninguna de ellas se ha regulado el principal pilar del sistema educativo: los profesores.
Ésta medida que se pretende llevar a cabo, puede ser útil o no, dependiendo de varios factores; como, ¿qué criterios se van a seguir a la hora de decir si un maestro es bueno o malo? ¿Como lo controlas? ¿Quién lo va a juzgar? Al igual que todas las medidas políticas en este país, la fachada es muy bonita pero el interior es más complicado.
En mi opinión, para juzgar a un "profesional de la educación" lo primordial es saber diferenciarlo entre maestro o profesor; ya que este es el mejor método para saber la calidad de estos. La segunda magnitud por la que se puede medir es, la vocación, aunque ésta esté más o menos relacionada con la anterior. La vocación en una profesión, es de vital importancia para su correcto desarrollo y para una buena productividad. A mi parecer, hay profesiones que necesitan una mayor dosis de vocación y motivación como los profesionales de la medicina, los servicios de emergencias, los religiosos, los militares, los profesores... En fin, todas aquellas en las que la gente depende de tí.
Para valorar y distinguir a un profesor- maestro excelente, de uno mediocre o tirando a malo, lo primordial, sin ninguna duda; es su formación académica. Para tener un alumnado y unos informes PISA de calidad, no podemos tolerar el nivel actual. Tenemos que hacer desaparecer las respuestas en las oposiciones, de las que se ha creado hasta un anecdotario de "Errores de opositores", del que he extraído estos ejemplos verídicos:
- El Duero, el Ebro y el Guadalquivir pasan por Madrid.
- Soria es una comunidad autónoma.
- Ávila está bañada por el mar.
- Albacete, Ciudad Real y Badajoz son provincias andaluzas.
- Ceuta se sitúa en Melilla en el mapa y viceversa.
- Melilla se sitúa en el mapa, aproximadamente, en el lugar de Orán (Argelia).
Y después hay que valorar que:
Un maestro debe generar en sus alumnos ilusión y capacidad para aprender y competir, para lleguemos a ser personas creadoras de nuestro propio futuro.
Un maestro tiene que tener en cuenta la situación social, personal e intelectual de su alumno, para que éste pueda desarrollar todo su talento, prestando especial atención a los que tienen diferencias con el aprendizaje.
Un maestro escucha y se adapta a los nuevos tiempos, para que lo que enseñe, se corresponda con la realidad de la vida.
Un maestro te forma en valores y te hace sentir útil e importante.
Un maestro te riñe y te llega a conocer como tus propios padres.
A un maestro se le respeta y se le quiere, a un profesor solo se le "respeta".
A un maestro le recordarás toda la vida.
Todo esto, solo se consigue con; vocación, trabajo y compromiso, ¿y por qué no? con un buen sueldo.
Y si no, dedícate a otra cosa.
MI PAÍS A TRAVÉS DE MIS OJOS
