viernes. 19.04.2024

Lo que las estadísticas laborales españolas esconden

Francisco Mancera

El pasado 29 de Agosto de 2017 la ministra de Empleo y Seguridad Social, Mª Fátima Báñez García en la presentación de los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE)) calificó la situación actual de “una recuperación a la española: sólida, sana y social”.

Voy a considerar los datos iniciales desde la toma de posesión del gobierno por el actual partido en el poder: Diciembre de 2011 no desde que comenzó la crisis en 2008, en cuyo caso las comparaciones serían desfavorables para el empleo actual.

Los Parados en España han pasado de 5,2 millones en diciembre de 2011 (todos los datos iniciales están tomados de la EPA del 4T de 2011) cuando ya llevábamos varios años en crisis y cuando es nombrada la ministra, a los  3,9 millones de 1 de Julio de 2017 (todos los datos finales están tomados de la EPA del 2T de 2017) una caída de 1,5 millones, es decir una reducción del 26%. La tasa de paro pasa del 22,56% al 17,22%. Sin duda una gran noticia.

Sin embargo el reverso de la moneda, el empleo, no refleja esta gran mejora. Los Ocupados pasan de 18,1 millones a 18,8 millones, aumentado en 0,7 millones de personas un incremento del 3,64%

¿Dónde están los otros 0,8 millones que faltan?

Para comprender lo que está pasando es necesario entender cómo se definen las magnitudes  empleadas cuando hablamos de paro.

La Población Total, es el concepto más sencillo, hablamos de todas las personas que viven en España. Hemos pasado de 47,3 millones a 46,5 millones. Hemos perdido 0,8 millones de personas, una reducción del 1,56%. Esta pérdida se debe a la emigración y al mayor número de muertes que de nacimientos. Pero no se utiliza la Población Total sino únicamente la Población en edad de trabajar, es decir personas de 16 años o más. Hemos pasado de 38,9 millones a 38,6 millones una caída de 0,3 millones, un reducción del 0,62%.

La Población en edad de trabajar se divide en: Ocupados, Parados (que sumados conforman la Población Activa) y la Población Inactiva.

Ya hemos visto la evolución de los Ocupados y Parados, pero no su definición.

Ocupados: Son las personas de 16 o más años que durante la semana de referencia han estado trabajando durante al menos una hora a cambio de una retribución en dinero o especie o quienes teniendo trabajo han estado temporalmente ausentes del mismo por enfermedad, vacaciones, etcétera.

Es decir los que trabajaban en la semana que se elaboraba la EPA.

Parados: Son las personas de 16 o más años que durante la semana de referencia han estado sin trabajo, disponibles para trabajar y buscando activamente empleo. Se considera que una persona busca empleo de forma activa si:

Ha estado en contacto con una oficina pública de empleo con el fin de encontrar trabajo.

Ha estado en contacto con una oficina privada (oficina de empleo temporal, empresa especializada en contratación, etc.) con el fin de encontrar trabajo.

Ha enviado una candidatura directamente a los empleadores.

Ha indagado a través de relaciones personales, por mediación de sindicatos, etc.

Se ha anunciado o ha respondido a anuncios de periódicos.

Ha estudiado ofertas de empleo.

Ha participado en una prueba, concurso o entrevista, en el marco de un procedimiento de contratación.

Ha estado buscando terrenos o locales.

Ha realizado gestiones para obtener permisos, licencias o recursos financieros.

También se consideran parados a las personas que ya han encontrado un trabajo y están a la espera de incorporarse a él, siempre que verifiquen las dos primeras condiciones.

Inactivos: Recibe esta consideración la población de 16 o más años no incluida en las categorías anteriores.

Es decir, todos los demás son población Inactiva. Para la opinión de la calle una gran cantidad de parados que se encuentran desilusionados, desencantados y vencidos son parados, no inactivos. Los parados de larga duración que han perdido la esperanza, estadísticamente no son parados, son inactivos. Estas definiciones estadísticas no las impone el gobierno de España sino el organismo europeo Eurostat.

Los Inactivos han pasado de 15,4 millones a 15,9 millones, aumentado en 0,5 millones, un aumento del 3,06%.

Ahora si salen las cuentas, la reducción de los parados en 1,5 millones se explica por el incremento de 0,7 millones de los empleados más los 0,3 millones que se ha reducido los españoles en edad de trabajar (básicamente han emigrado) más los 0,5 millones de incremento de inactivos (básicamente parados desencantados, pero parados al fin y al cabo).

En resumen una recuperación que debe por igual su éxito a la creación de trabajo como a la expulsión del mercado de trabajo, ya sea exterior (emigración) o interior (desencantados).

Las jornadas laborales inferiores a las 40 horas se han extendido en España desde la llegada de la crisis. Un ocupado no necesariamente trabaja 8 horas diarias, 5 días a la semana. Este no es un fenómeno exclusivo de España. Para evitar espejismos estadísticos, países como Alemania han abandonado el número de Ocupados como indicador de la actividad laboral. En su lugar usan el número de horas trabajadas. Toma los datos del INE Contabilidad Nacional, como dato inicial el año 2011 y como dato final la suma de los dos últimos trimestres de 2016 más los dos primeros de 2017. Para España los datos son malos, cuando la ministra tomó posesión del cargo se trabajaban en España 32,9 millones de miles de horas trabajadas y ahora se trabajan 32,4. Hemos reducido un 1,27% el número de horas trabajadas.

Se dice que hay tres tipos de mentiras: las grandes, las pequeñas y las estadísticas. Efectivamente España podrá haber salido de la crisis, pero desde que la ministra gobierna se trabaja menos.

Sería interesante hablar de los sueldos y su tendencia… pero eso es otra historia que debe ser contada en otro momento.

By PacoMan

Lo que las estadísticas laborales españolas esconden
Entrando en la página solicitada Saltar publicidad