Elena Torres, teleprensa.com Almería
La Diputación Provincial de Almería ha celebrado un pleno, a petición del Grupo Socialista, para aclarar cuál es la situación de la Residencia Asistida. Sin embargo, lejos de saber cuáles son las intenciones del PP con respecto a este servicio hemos conocido que éste es otro ‘talón de Aquiles’ de su presidente Gabriel Amat. Hay un dato irrefutable de que esto es así: la hora de celebración de la convocatoria, las 8 de la mañana.
Amat que se las da de muy madrugador y su vicepresidente, Javier Aureliano García, a quien también le gusta alardear de ser un gran trabajador, no sólo él sino todo su grupo, se escudan en esa “necesidad” de “quitar las tareas temprano” para hacer esta convocatoria intempestiva, a la que, por cierto, ni ha acudido el diputado de Ciudadanos. Pero la verdad es que habitualmente, la Diputación de Almería no tiene estipulado celebrar plenos a las 8 de la mañana y a esta hora sólo se han convocado cuando han sido forzados por la oposición que ha querido ahondar en algún tema poco claro o para pedir directamente la dimisión del presidente, para que no empañe la imagen de las instituciones que representa por su presencia constante en medios nacionales al estar siendo investigado por su entramado familiar y empresarial, beneficiarios de algunas decisiones políticas por él adoptadas. Y eso no sólo lo ha hecho en la Diputación Provincial sino también en el Ayuntamiento de Roquetas de Mar, cuya corporación preside al ser alcalde. Por tanto, el PP sólo madruga para los plenos cuya repercusión quiere minimizar, a ver si así no va nadie y se enteran menos todos.
Llegados a este punto y sin profundizar en un pleno que ha sido poco esclarecedor en cuanto al asunto a tratar y sólo ha servido para ver, una vez más, como el PP se defiende y tira balones fuera con el único argumento de que “madrugar es bueno aunque no le guste a la oposición”, ahora está más claro que hace unos días que tras la Residencia Asistida se esconde un turbio asunto que los populares no tienen intenciones de desvelar por la que se pueda liar.
La Residencia Asistida desde la llegada del PP a la Diputación ha estado siempre envuelta en la polémica por un “extraño empeño” por mejorar un servicio que sólo los populares creen necesario. Les llevó incluso a plantear un convenio urbanístico con el Ayuntamiento de la capital que fue calificado de “pelotazo” y que finalmente pudo frenar la oposición. Pero está claro que aún no han dicho la última palabra.