viernes. 19.04.2024

Javier A. Salvador, teleprensa.com

Un reportaje publicado por el periódico El País sobre Gabriel Amat, presidente de la Diputación Provincial de Almería y un informe de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Costa del Sol en el que se aclara que “podrían estimarse delitos continuados de estafa, cohecho, prevaricación y tráfico de influencias”, ha generado una enorme preocupación no sólo en las bases del PP de Almería, sino en los propios cargos electos que ven en la avalancha de comentarios que circulan en las redes sociales un elevado precio a pagar por todos a costa de mantener al anciano alcalde de Roquetas de Mar y a los que hasta ahora le han protegido, como Comendador alcalde de la capital o Javier Aureliano García, número dos de Amat en el partido y el Diputación. En el reportaje se hace todo un largo recorrido por las más de 100 empresas suyas y de sus familiares que según este medio han sido favorecidas y que están vinculadas de una u otra forma al clan Amat. Sus hijas, las hermanas Amat Pintor, aunque principalmente se señala a María Encarnación, también empiezan a ser salpicadas por el deterioro de la imagen pública de su padre, y no son pocos los que auguran que serán ellas quienes terminarán pagando la factura del descrédito y señalamiento social.


Pese a haber escapado de una última imputación judicial por el caso La Fabriquilla o el sobrecoste del auditorio de Roquetas, el veterano alcalde suma enemigos que no tardarán en entrar por la puerta abierta desde el medio de comunicación nacional: la familia de Amat. En la relación que publica el periódico lider de audiencia en España no esconden los nombres, están todos, Andrés López, el cuñadísimo o el fallecido Francisco Amat, hermano del alcalde.


Pero no ha sido sólo El País quien ha denunciado una y otra vez ese extraño cerco que parece existir en Roquetas de Mar y que ahora, con un Gobierno en minoría, debe tocar a su fin. Desde una empresa constructora como Hispano Almería, que lo hacía todo en Roquetas de Mar y que de la noche al día desaparece y otra ocupa su lugar a enormes pelotazos con empresarios también imputados,  como el que Izquierda Unida publicó sobre el entramado de Las Salinas, el último coletazo del boom urbanístico en el que salían especialmente beneficiados según el grupo político empresas tan ajenas a Amat como la de su sobrino Francisco Javier Amat Vargas, la de su hija María Encarnación Amat Pintor y la del íntimo amigo del alcalde Miguel Rifá, empresario que está en libertad bajo fianza de 2,4 millones.


Gabriel Amat no puede controlar todos los medios de comunicación, y el reportaje publicado el domingo en El País es la prueba de ello. Pero su principal problema está en los más de 6.000 perfiles de facebook que han compartido la noticia, los casi 600 de usuarios de Twitter que han enviado a sus listas de contactos el enlace de la noticia y las veces que éstos a su vez, han convertido en viral la imagen que refleja las más de 100 sociedades 53 parientes que han sido, y siempre según El País, beneficiados por Gabriel Amat.


Pero que Amat vaya a ser convertido por los medios nacionales en el nuevo Fabra de Alicante a quien tanto le tocaba la lotería, pondrá a prueba muchas cosas tanto a nivel local como regional, e incluso personal.


El anciano alcalde tiene que decidir qué es lo más importante para él a estas alturas de su vida, si demostrar que nadie puede con él o empezar a reconciliarse con enemigos para preservar la imagen de su familia, de sus hijas, de las empresas de éstas, que seguirán funcionando cuando él no esté y dependiendo de lo que ahora haga serán o no objeto de escrutinio público y mediático.


Por otro lado está el Partido Popular en Madrid o Sevilla, que hablan de una regeneración poco sostenible con un entramado de más de cien empresas que ha beneficiado al clan familiar durante los años que ha ostentado el poder en su nombre. Un entramado que no figura en la imaginación de un periodista del principal medio de comunicación del país, sino en los papeles de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Costa del Sol.
Pero por otro lado están quienes han permitido que Amat sea alcalde, porque habrá que saber si la pérdida de la mayoría absoluta con la que su pueblo ha dicho basta ya es suficiente para que cambien las cosas en Roquetas y que vuelva a ser de Mar y no de Amat.

La familia de Gabriel Amat
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