viernes. 29.03.2024

Javier A. Salvador, teleprensa.com

Imaginen la escena. Una residencia de ancianos que no lleva mucho tiempo abierta como concesión administrativa. Una psicóloga que es la hermana del concejal de Urbanismo que en su día puso en marcha la maquinaria para cubrir el déficit de camas en este sector con una residencia en concesión administrativa, concertada y promovida por una empresa que debía ganar un concurso público. Y bueno, aquí hago una parada, porque resulta que después se supo que la sociedad vencedora ya contaba con una ventaja de ‘facto’, y no era otra que el jefe del servicio de obras públicas, quien también era socio del dueño de la empresa. Vamos que por medio de otra sociedad a nombre de su mujer participaba en ella. De hecho les importaba tan poco esconderlo que la cafetería de la propia residencia fue cedida en explotación a un familiar directo de ese funcionario en cuestión ¿Fuerte? 

Ni hemos empezado 

Elecciones municipales de 2015. La gerente de la residencia, hija del dueño de la empresa que ganó el concurso, le pide a la psicóloga que haga recuento de las personas que van a votar al partido posibilitador de su negocio entre los ancianos ¿la psicóloga y sólo para los del partido posibilitador? Se preguntarán algunos, por el hecho de que puede ser la persona que más influencia pueda tener entre los internados. Pero bueno, imagino que habrá colegios oficiales y conciencias de trabajadores mal pagados en todo esto, así como familiares de los ancianos cabreados como monas, entre los que están aquellos que ya nos han contado su historia.

 

Todo se organiza para que el día señalado estén preparados y a la hora indicada empiezan a entrar en un despacho donde un notario del ilustre colegio provincial redacta un poder a favor de un tercero que será el encargado de ir a Correos, realizar la petición de voto por correo y posteriormente entregarla en la oficina postal.

 

Las preguntas que surgen son evidentes ¿se tiene ese trato con todos los partidos políticos por igual? Pues en el caso de la residencia señalada no, porque los partidos a los que hemos preguntado nos han negado que a ellos se les ofreciese la oportunidad de preparar y reunir a sus votantes para que un notario atendiese sólo a los de su partido y así apoderar a un tercero. Para que nos quede claro el proceso: esta persona sería la encargada de ir a Correos y pedir el kit de voto, que consiste en las instrucciones y las papeletas de todos los partidos. Supuestamente debe llevarlo al anciano para que sea éste quien vote, pero la realidad suele ser muy distinta. El apoderado tiene desde ese momento todo lo necesario para prescindir del anciano.

 

¿Se trata de un fraude? Lo que sí podemos asegurar a día de hoy es que se trata de un secreto a voces, pero hasta ahora ni Fiscalía ni nadie ha actuado sobre este particular. Bastaría con revisar las actas hechas por los notarios en las distintas residencias de ancianos, ver si las fechas coinciden y los apoderados también. En algunos pueblos, como otro caso paralelo que investigamos en Roquetas de Mar, nos aseguran que los poderes figuran a nombre de muy pocas personas e incluso dirigentes del partido que iban en las listas y hoy ocupan sillón de concejal.

El problema a día de hoy es ¿tienen a un mayor en una residencia? ¿Creen que le han inducido a apoderar a un tercero para votar por correo? ¿Están dispuesto a que usen su voto de esa manera?

Pues si les ha pasado y quieren contarlo aquí les dejo una dirección de correo electrónico para los afectados:

 

[email protected]

Golpe a la democracia en las residencias de ancianos