Gabriel Amat en una imagen de archivo con su esposa, la empresaria María Pintor
TELEPRENSA.- Al igual que Rodrigo Rato, Ángel Acebes y otros muchos de la primera división de su partido, Gabriel Amat Ayllón, uno de los destacados en las ligas menores con cargos como el de presidente del Partido Popular de Almería, de la Diputación Provincial y alcalde de Roquetas de Mar, ya tiene imputación judicial. Amat tendrá que responder ante la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de esta localidad por el Caso Fabriquilla, una rocambolesca historia urbanística que, no obstante, no dista mucho de la construcción de un Centro Comercial ilegal o los intentos de revertir el dominio público sobre zonas protegidas como Las Salinas de Roquetas, sólo que en esta ocasión una juez, María del Mar Alejo Rico, ha sido capaz de abstraerse del entorno y centrarse en los hechos para sentar al hasta ahora todopoderoso Amat en el banquillo.
Junto a Gabriel Amat caen dos funcionarios del Ayuntamiento de Roquetas de Mar, Francisco Hernández Cañada y Juan González Pomares. Si Amat tendrá que declarar el día 17 noviembre ante la juez, y tras ser notificado por la Guardia Civil, los funcionarios lo harán el día 24, y además de éstos otros seis concejales del equipo de gobierno de Amat en el año 2007.
El caso que termina con la impunidad de Amat se instruye a raíz de las denuncias presentadas por Margarita Kaiser Terriza, propietaria en su día de la finca la Fabriquilla, una enorme extensión de terreno que fue obligada a vender como suelo agrícola por las presiones y constantes jugadas del ayuntamiento y que una vez vendida, a los pocos días recibió una hipoteca sobre suelo rústico de 800.000 millones de pesetas, el doble del precio de venta y, de manera inmediata, una recalificación que multiplicó aún más su valor. Junto a Kaiser denuncia también la asociación AMAyT, creada casi ex profeso para denunciar una cantidad ingente de casos de corrupción en Roquetas de Mar principalmente.
