viernes. 29.03.2024

Es posible una sociedad estable, viable y ética

Teresa Antequera Cerverón

¿Me preguntas si siendo joven con el conocimiento espiritual que tengo en la actualidad intentaría cambiar el mundo?, a lo que contesta Gabriele, la profeta y enviada de Dios para la actualidad: ¡Por qué no! Pero no saldría a las calles a protestar organizándome especialmente para ello, pues eso podría provocar miedo y asustar a mis semejantes. Mi deseo sería cambiarme primero a mí misma, tener claro qué es lo que quiero de verdad, y si mi meta de vida puede contribuir a la formación de una sociedad mejor, más espiritual, soberana y franca. No me entregaría a ideas utópicas, sino que me pondría metas éticas y morales cercanas y claras, por las que intentaría luchar.

Sabes, querido joven amigo, quien comienza a realizar en sí mismo las elevadas metas éticas en las pequeñas cosas, es decir quien se cambia a sí mismo y no sólo quiere cambiar a los demás, se convierte en un buen ejemplo y con el tiempo atraerá a aquellas personas que quieren las mismas cosas o similares. Si estas personas después cumplen o no aquello que se propusieron, en esto no podrás intervenir. Pero siempre habrá personas que lo mantengan así como tú lo haces, y encuentren los valores que hacen posible una sociedad orientada éticamente, viable y estable.

Es posible una sociedad estable, viable y ética
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