jueves. 28.03.2024

¿Es el ser humano dueño de la naturaleza?

María José Navarro

Qué duda cabe de que los seres humanos esperamos siempre lo mejor para nosotros y para los nuestros, también para nuestros animales de compañía. Sin embargo en relación a los animales deberíamos cambiar nuestra forma de pensar, pues ellos, cuando viven libres en la naturaleza, tienen definitivamente ya lo mejor. Los animales, a diferencia del ser humano, están libres de carga, es decir no tienen que soportar el peso de sus comportamientos erróneos del pasado. En el ser humano éstos se presentan una y otra vez en nuestro presente en forma de golpes del destino, enfermedades y desgracias.

Para el limitado ser humano es difícil entender y captar que, imperceptiblemente para nosotros, los animales están en comunicación con el poderoso Océano universal Dios, el Creador del SER, es decir ellos lo poseen todo y a diferencia de nosotros no esperan nada. Por el contrario: en tanto los seres humanos esperemos algo para nosotros, en tanto queramos lo mejor para nosotros, no tendremos acceso a la Unidad universal, tampoco tendremos acceso a nuestras criaturas hermanas ni a la naturaleza, ni siquiera a la piedra que está al borde del camino o bajo nuestros pies.

Cuando hayamos aprendido a considerar por ejemplo que el sonido de un animal no es un hecho ajeno que nos hace observar al animal con distancia, y empecemos a vernos como compañeros de vida, como compañeros de nuestras criaturas hermanas, entonces empezaremos a encontrar paso a paso la Unidad, que para nosotros tiene en sí un desarrollo fascinante.

Con nuestros ademanes y aires egocéntricos somos nosotros mismos el obstáculo para tener acceso a la Unidad universal. Somos nosotros quienes nos vemos como la corona de la Creación y nos apropiamos por ello de la Tierra como si fuera nuestra. Pero tenemos que quitarnos esta corona del ego para encontrar la Unidad, para llegar a ser compañeros de la Creación. Tenemos que aprender a abrirnos a la sabiduría del SER, a la sabiduría de la Unidad. Pero en tanto nos comportemos como seres superiores simplemente porque somos seres humanos, colocamos a los animales en un plano inferior, también al mundo vegetal y a las piedras, dicho globalmente a toda la Madre Tierra.

Si el hombre no aprende que la Unidad en la que viven los reinos de la naturaleza tiene mucho que enseñarnos, y que si la persona desea conocer el gran Principio universal de la vida antes debe recapacitar, seguirá colocándose por encima de sus semejantes y de los reinos de la naturaleza, abusando de ellos y continuando con la explotación de la Tierra. Permitamos que la Sabiduría omniabarcante sea nuestra maestra y nosotros sus alumnos, así nos distanciaremos de esa ilusión en la que vivimos y que nos hace creer que los Reinos de la naturaleza están por debajo de nosotros. Reflexionemos y aceptemos con humildad que el ser humano ni ha sido ni será el genio de la naturaleza, únicamente El Creador, la Unidad a quien en occidente llamamos Dios lo es.

¿Es el ser humano dueño de la naturaleza?
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