Ana Mancheño, teleprensa.com Sevilla
¿Se puede entender el maltrato en algunas de sus vertientes?, ¿se puede justificar de alguna manera? ¡Obviamente no! Tratar mal, humillar es un concepto vinculado a una forma de agresión en el ámbito de una relación de dos o más personas.
Por ello no sufras. Tú vales mucho. No dejes menoscabar tu alma por un ser cuya inteligencia no va más allá de sí mismo. Se siente tan inferior que tiene que cebarse contigo. Le falta autoestima y le sobra violencia, así se define este tipo de persona, sea del sexo que sea. Pero, desgraciadamente, las cifras indican que es sobre el género femenino en quién recae esa agresión. Triste que sea la mujer la que obtenga este tipo de record. Evidentemente no debería alcanzarlo ni hombres ni mujeres. Pero la dura realidad es esa, lo encabezan mujeres.
Y lo peor es que llevamos tantos años con esta especie de pandemia, cada vez más extendida, que ninguna medida resulta efectiva para erradicarla. Sí es cierto que lo más efectivo es educar. Educar sobre todo a las mujeres. Empezando en las escuelas. Y terminando en la asignación de papeles que se les da, diferenciando si es niño o niña, en los hogares. Creo que aún falta para que “lo de educar en igualdad” sea práctica más que teoría. Porque continuamente se observa que, tanto una como otra, llevan caminos distintos.
La sociedad se sorprende, los medios de comunicación lo transmiten con o sin intención pero lo hacen. No se puede reivindicar la no violencia a la mujer y, en cambio, en ciertas informaciones siga sin cuidarse el mensaje cuando la noticia es cualquier hecho protagonizado por ella. Sobre todo, si no está en los márgenes de lo que se considera “normal” por esta- la sociedad-. Y no hablo de lenguaje sexista. Es otro tipo más sutil. Que parece quedarse en la crónica rosa. Pero que la trasciende.
El día que dejen de publicarse titulares, o de considerarse ciertas circunstancias de la mujer excepcionales como el hecho de ocupar puestos relevantes, o se le pregunte cómo concilia vida laboral y familiar, o si la edad de ella duplica a la de él en una relación, o anunciar rosa para niñas y azul para niños (por muy absurdo que pueda resultar en estos tiempos)… Entonces sí, se habrá producido un cambio en esa imagen o idea aceptada comúnmente y que parece resulta inmutable para ciertos energúmenos.
La mujer tiene un destino más grande y más fascinante que ser sólo conceptos como dulzura, ternura, comprensión, conciliación…., que algunos creen. Cada persona, ya sea hombre o mujer, tiene una tarea asombrosa en este mundo, que va mucho más allá de ciertos estereotipos. Y la crítica a las mujeres, que se salen de los roles que se le adjudicaron por ser mujer, hace mucho daño en el imaginario colectivo.
Creo que la libertad cultivada y adorada por los egoístas conduce directamente a la tiranía del más fuerte, del más insolente. Por eso no podemos quedarnos en silencio y que se escuchen voces sólo cuando muere una persona por violencia machista. Porque el silencio de todos alienta a los violentos.
“La violencia contra la mujer afecta a todas las generaciones y refuerza otros tipos de violencia prevalecientes en la sociedad. No se confina a una cultura, región o país específico, ni a grupos particulares de mujeres en la sociedad. Las raíces yacen en la discriminación persistente contra las mujeres”
Como decía, Martin Luther King "No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética, lo que más me preocupa es el silencio de los buenos".
