viernes. 19.04.2024

Guille Carmona

ALMERÍA.- Pura pasión, todo nervio, nada le es ajeno y todo le afecta mucho más de lo que sería normal. Su mérito es que se encuentre el equilibrio entre bromas y trabajo, nada de dramatizar ni perder la compostura tampoco. Guille Carmona lo hace tan sencillo como sentir la presión que de por si supone militar en el Club Voleibol Unicaja Almería y saber disfrutarlo, se gane o se pierda: ”La presión siempre es la misma; independientemente de lo que haya pasado el año anterior, siempre se busca conseguir todos los títulos, que es el objetivo de este club, llegar a las finales y tratar de ganarlas”. Reconoce, no obstante, que “en lo personal se queda esa espinita clavada de no haber conseguido nada”, pero se la saca pronto.

No hay tiempo para lamerse demasiado las heridas, que además no son muy profundas porque se cayó con honor. Nueva agenda abierta, “cada año se busca lo máximo, que es a lo que tiene que aspirar este club”. Pero entre curso y curso, pensar y actuar confeccionando el equipo: “Siempre se trabaja haciendo como una especie de puzzle, intentando que encaje ese rompecabezas para que todos sean compatibles”. Definición: “Palabra ‘unidad’ en el grupo, y ahora mismo, con lo que estoy viendo y valorando, se está consiguiendo; hay un trabajo constante, ilusión, equipo joven a la par que experimentado… luego la pista dirá, pero a día de hoy está cumpliendo los objetivos que estábamos barajando”.

Lo que se quería era que desde el principio de reeditaran “las máximas ilusiones posibles”, solo posible con lo que se está logrando: “Hay muy buen ambiente en los entrenamientos cada día y fuera de ellos; parece que es un buen indicio de que puede ser un buen año, puesto que es una parte primordial como sucedió el año del triplete, con un ambiente espectacular, de familia, clave para conseguir títulos”. Sabe que no lo es todo, y asesta una aseveración de las que calan: “La otra parte es el trabajo que se hace en la pista, y estamos en ello desde ya para conseguir ese objetivo, no solo un grupo de amigos, sino un grupo de amigos que consiguen títulos y que trabajan para ello”. Todos toman nota.

En todo caso, la predisposición generalizada y compartida por el nuevo plantel va en esa línea: “Hay un buen grupo y se está notando en la calidad humana de cada uno de los que están llegando; a los viejos conocidos como Ignacio y Jorge –Sánchez y Almansa- ya los conocíamos, y ellos al club, y los nuevos lo están demostrando; cualquier cosa que se les diga la respetan y no ponen ningún impedimento para nada”. No es menos cierto que se vuelca con ellos de un modo especial: “Lógicamente si necesitan una cosa especial, como una cama para Jean Pascal –jocoso- se intenta buscar para que estén cómodos en la ciudad y que eso lo trasladen a la pista dando todo sin tener que estar preocupados de otra cosa”.

Sobre su condición de ‘pluriempleado’ en el club, encantado: “Una responsabilidad pero un orgullo que confíen en ti para tantas misiones, porque significa que te ven capaz de ello, y es un honor que confíen en mí con responsabilidades grandes”. El tema equipaciones y su diseño queda finiquitado y entonces se centra en todo lo demás: “Soy una persona que se decida en cuerpo y alma a mi trabajo, y eso se valora, siempre lo he dado todo, lo estoy dando y lo daré, no me importa, eso no va a cambiar, me echen la responsabilidad que me echen voy a intenta hacer todo de la mejor manera posible”. Todo… menos lanzar campanas al vuelo: “Es pronto para poder tener expectativas, pero el objetivo de 30 años no va a cambiar”.

Su testeo del mercado le hace ser perfecto conocedor de las ‘armas’ de los que se pondrán enfrente, si bien tiene experiencia para discernir entre nombres y equipo: “Solo se conoce lo primero y no se conoce cómo funcionarán como lo segundo en la pista, pero está claro que siguen siendo Teruel y Palma y que regresa fuerte Soria, que ha hecho un gran equipo con la ilusión de tener la Copa del Rey en su casa y seguro que hará un gran papel, Castellón también está montando un buen equipo… temíamos que la liga bajara, pero al final se han hecho buenos equipos por arriba y eso es bueno para el voleibol, lo que siempre queremos los que estamos implicados en ella”. Y eso que su modo de ver los partidos es especial.

Cruza “sensaciones y números” dada su función de estadístico, pero luego tiene que diferenciarlas: “Directamente veo números en la actividad del jugador, y siempre digo que me gustaría estar en la grada viendo un partido disfrutándolo, pero realmente esos números no dejan de estar en mi cabeza mientras lo veo; siempre se busca el bien del equipo  y el bien del jugador, así que se hace una puesta en común de los que estamos en el cuerpo técnico para sacar el máximo rendimiento de ellos y llevar al equipo a la victoria”. La estadística manda: “Claro que las sensaciones pueden cambiar los números, pero los jugadores son los que se equivocan y hay que demostrarles por qué se ha fallado y cuál es el error”.

Labor complicada, “porque las sensaciones son diferentes entre ellos y el cuerpo técnico, finalmente entran en razón porque los números corroboran esas teorías”. Si de sensaciones va la charla, la que otorga una grada llena es inigualable y por ello se ha hecho la campaña de abonos más imaginativa: “Por un puñado de euros abónate es un gran eslogan en una gran campaña para incentivar a esa afición almeriense a la que siempre estamos agradecidos y por la que estamos todos los días entrenando, por esta ciudad también; nuestro objetivo es que se sientan identificados con este club, que vengan a apoyarnos y que todos seamos uno para conseguir los títulos; estamos muy contentos con la respuesta almeriense en la grada y seguiremos luchando por ello”.

El puzzle de Guille Carmona encaja a la perfeccion
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