Casa cueva en la que tuvieron lugar los hechos
TELEPRENSA.- Sorpresa en la vista oral contra los cinco menores acusados del incendio que calcinó una casa cueva de La Molineta en la que murieron un joven de 21 y dos chicas de 12 y 15. El principal acusado ha reconocido esta mañana que prendió fuego al sofá que originó dicho incendio, aunque asegura que lo hizo como una "broma" que se le fue de las manos y que en ningún momento tuvo intención de perjudicar a los fallecidos.
Aunque esta sesión se ha celebrado a puerta cerrada los abogados Francisco Manuel Fernández Cabrera -acusación particular en nombre de la familia de la muerta de 15 años- y José Ramón Cantalejo -defensa del principal acusado- han coincidido a la conclusión de la misma en este relato. El primer ode los letrados ha sostenido que ha quedado acreditado que prendió fuego y dio origen al fallecimiento".
"Ha llegado a reconocerlo pese a que con anterioridad nunca había asumido la autoría. Ha dicho que estaban jugando, que fue una broma que se les fue de las manos", ha añadido el letrado, quien lamenta la "falta de empatía" y "frialdad" del joven. Cantelejo precisa que su patrocinado ha tenido "la valentía" de reconocer que "cometió una tontería de críos"
"Ha reconocido que por hacer una broma prendió fuego al sofá pero sin saber en absoluto lo que iba a pasar después, ha sostenido.
Durante la sesión además de los cinco menores acusados han declarado diferentes testigos, entre ellos un joven que se encontraba en el interior de la casa cueva cuando se produjo el incendio y pudo escapar. Un testigo que estaba "muy ofuscado y parecía no tener claras muchas circunstancias" y ha indicado que los fallecidos pudieron salir pero que no ha sido capaz de ofrecer una "explicación coherente" de por qué no abandonaron la casa cueva cuando comenzó a arder.
Cantalejo insiste en que todo fue "un desgraciado accidente en el que no hubo la más mínima voluntad de hacer daño a nadie" en el que hubo "una serie de circunstancias concatenadas que provocaron una tormenta perfecta que fue el incendio".
Considera fundamental la declaración de tres bomberos que intervinieron en la extinción del fuego y que han declarado que "un sofá tarda en arder pero cuando empieza a arder, no hay manera humana de apagarlo, ni con dos extintores". "La última pregunta que le hemos hecho a un bombero ha sido por qué no salieron y ha dicho que esa es la pregunta que se hacen todos", ha precisado el letrado.
Cantalejo ha indicado que cuando mañana concluya la vista oral solicitará la libre absolución para su patrocinado aunque modificará su calificación para que como alternativa sea condenado por un delito de homicidio involuntario con la mínima pena posible.
PETICIÓN FISCAL
Ocho años de internamiento y otros cinco de libertad vigilada por un delito de incendio en concurso ideal con tres delitos de homicidio. Esa es la pena a la que se enfrenta el adolescente de 16 años que presuntamente provocó el fuego que calcinó una casa cueva de La Molineta en la que murieron un joven de 21 y dos chicas de 12 y 15. Una actuación que habría llevado a cabo por una supuesta disputa económica.
No es el único acusado por la Fiscalía de Menores de Almería por estos hechos, otros cuatro adolescentes se enfrentan también a diversas penas. Entre ellos destaca otro chaval de 17 años que fue señalado inicialmente como el presunto autor material del incendio y que únicamente se habría limitado a colocar una puerta que tapó la salida de la casa cueva y luego habría intentado apagar el fuego.
Para él, la fiscal pide cinco años de internamiento terapéutico en régimen cerrado y otros cinco años de libertad vigilada, también por un delito de incendio en concurso ideal con otros tres delitos de homicidio.
Mejor parados salen el resto de acusados, a los que se investiga por delitos de omisión del deber de impedir delitos. A uno le solicitan 24 meses de internamiento en régimen semiabierto (20 meses de internamiento efectivo y 4 de libertad vigilada), a otro 24 meses de libertad vigilada con contenido de seguimiento escolar, y al último 24 meses de libertad vigilada con contenido de seguimiento escolar y tratamiento ambulatorio y para durante 24 meses.
La Fiscalía afirma que los hechos tuvieron lugar sobre las cinco de la tarde del pasado tres de abril cuando el principal de los acusados llegó a las inmediaciones de La Molineta, donde coincidieron con el acusado de 17 años y las víctimas, Alejandro, Naima y Cinthia.
Allí, el chaval de 16 años discutió con Alejandro por "supuestas deudas económicas". Tras esta riña, el joven de 21 años, las chicas y otro adolescente, a la postre el único superviviente del incendio, se introdujeron en una casa cueva en la que había algunos muebles viejos y que era utilizada por éstos para "pasar el rato".
Pero, según el Ministerio Público, la cosa no quedó ahí. El adolescente de 16 años "seguía enfadado y quería pegarle un susto" a Alejandro, por lo que acordó con el de 17 prender fuego "aún a sabiendas del riesgo para la vida" de los chicos que se encontraban dentro de la casa cueva.
De esta forma, el adolescente de 17 años "se encargó de apoyar una puerta de madera sobre el acceso de salida de la cueva y precintarla con cinta adhesiva dificultando la salida del interior de la misma", mientras que el de 16 "prendió fuego con un mechero a un sofá viejo que se encontraba a menos de tres metros del acceso de salida".
La fiscal asegura que el fuego se propagó "con rapidez, con tal suerte que creo una gran bola de fuego que empezó a dificultar la salida".
El menor de 17 años "se arrepintió" y "reaccionó llamando al único superviviente del incendio e intentó apagar el fuego mientras era recriminado y supuestamente apedreado" por el de 16 mientras los otros tres acusados se mostraban "fríos y pasivos, mirando cómo intentaba apagar el fuego sin hacer absolutamente nada para intentar evitar que fuera adquiriendo semejantes dimensiones".
"Ya sólo cuando el desenlace fue inevitable salieron corriendo del lugar para pedir ayuda", añade el Ministerio Público.
Debido a esto, el joven de 21 años y las chicas de 12 y 15 murieron por una asfixia provocada por la "inhalación de humo, con carbonización cadavérica" sobre las ocho de la noche de dicho día.
