jueves. 28.03.2024

Elena Torres, teleprensa.com Almería

Aunque aparenten indiferencia, lo cierto es que el acelerón que Susana Díaz ha dado a las elecciones con una convocatoria expres puede desinflar el boato con el que al PP le gusta ‘festejar’ cualquier nueva obra, aunque  alguna de ella sea hasta ‘ficticia’. Como han dejado todo el ‘trabajo’ para el final de legislatura, imaginamos que para dejar cierto ‘regusto’ en el ciudadano de las tantas y tantas cosas que hace un gobierno popular, pues es muy probable que algunas de ellas se queden sin corte de cinta y fotografía para la posteridad. Eso, o marchas forzadas y horas extras para llegar a tiempo, que tampoco extraña nada. Pero ni llegando a tiempo de los flashes parece que va a conseguir este PP salir airoso de las próximas citas con las urnas. 

El ambiente en el PP local no está nada animado. Todos dan por sentado que esas mayorías absolutísimas que ostentan en municipios como Almería o Roquetas de Mar no se van a repetir ni de lejos, pero es que poco va a ayudar ver cómo tropieza irremediablemente su presidente regional Juanma Moreno en los comicios autonómicos apenas dos meses antes. Moreno sigue sin calar y ya apenas le queda tiempo para darse a conocer. No obstante, el desgaste de una campaña para tratar de aupar a alguien que aún no ha conquistado su liderazgo va a mermar aún más si cabe a los cabeza de lista cuestionados, en unos casos por sus asuntos pendientes con la justicia y, en otros, por sus comportamientos personales. No olvidemos que el perfil conservador de buena parte del electorado del PP no juzga sólo los programas sino también la vida de quienes tienen que ponerlo en marcha. Esas son las cosas de tener que elegir alcalde, esa persona especialmente cercana a la que el ciudadano primero recurre cuando tiene un problema y de la que, quiera o no el propio político, se acaba conociendo casi todo.

La recuperación económica y el empleo, esa otra gran baza que nos querían vender, no acaba de despegar. Y, ahora además, por si fuera poco, la salida de la cárcel de un Luis Bárcenas que ha sido fuerte, como le recomendó su presidente Marianoa Rajoy, y con ganas de hablar va a ser la guinda de un pastel que se desinfla por momentos. 

El PP se desinfla