sábado. 20.04.2024

Enrique de Haro

ALMERÍA.- Sucede con los jugadores de voleibol que ven cómo se colocan las varillas y se les activa un resorte interno que les hace querer volar. La ‘marca’ que dejan en las alturas es en parte su ‘tarjeta de presentación’, y eso lo sabe perfectamente, y lo maneja, Enrique de Haro: “En el caso del salto, no se mide el primer día porque es un aprueba intensa, a ellos les motiva mucho, se esfuerzan mucho, y si no han preparado la musculatura previamente hay incluso riesgo de lesión; ellos quieren destacar, es un referente, saben que aparece en las páginas webs, en las revistas, al final entre ellos se comparan… así que es preferible hacerlo solo cuando las articulaciones y la musculatura están preparadas”.

Así se corroboró la penúltima tarde de trabajo antes de una fecha importante como la Copa de Andalucía, consistente en una sesión técnica con la plantilla casi al completo, pero con el añadido de la figura de Enrique de Haro junto a su bolígrafo y su carpeta. Piero Molducci, perfectamente coordinado con el preparador físico, pudo contar con Alexander Slaught, última pieza, procedente de Los Ángeles tras quedar resuelta su salida de los Estados Unidos. Nada más llegar se puso manos a la obra dejando una impresión muy buena en el cuerpo técnico blanquiverde. Un 5 para 6 es casi lo que quiere el italiano, ya que sigue faltando en pista, pero no en gimnasio, Israel Rodríguez. Eso sí, cuenta con el ‘extra’ de Pablo Nogal.

El exjugador ahorrador guarda una condición física extraordinaria y está siendo uno más del plantel, colaborando de ‘motu proprio’ para un trabajo más completo. Una vez realizado calentamiento y primeros compases de la sesión, los jugadores fueron pasando por parejas hacia la zona de las varillas, todos muy motivados y con la mirada puesta en los colores más oscuros, que son los situados a mayor altura. Entre tres y cuatro saltos consecutivos cada uno, midiendo la aproximación en el impulso, se puede decir, de entrada, que todos son capaces de jugar como mínimo, y aproximadamente, un metro por encima de la red. Irán a más en breve, porque para eso se entrena, incluso Jean Pascal con su 3.63 impresionante.

Leídas todas las marcas, analizado el comportamiento de los ‘muelles’ de todos con la excepción de los líberos, cuya misión no es saltar y cuya preparación, por lo tanto, es distinta, De Haro dio el ‘OK’ a la hoja de ruta: “A medio plazo, el objetivo es que incrementen la capacidad de salto, y la verdad es que es un trabajo que ha sido muy intenso durante estas semanas pasadas y la reacción del equipo ha sido muy buena”. En este momento insiste en que “no se esperaban grandes marcas, pero mejor ahora que en la primera semana, en la que no es muy realista; es mejor aguardar a que hayan entrenado algo más para que el dato que nos dé sea lo más real posible, después de que han hecho saltos, entrenamientos…”.

Y es que todo se apunta con su ‘bolígrafo de los títulos’: “Somos conscientes de que están en una fase de carga y no es referente, pero nos vale para saber quién tienen margen de mejora y quien está cerca de su objetivo”. Es bueno recordar que cada uno de los jugadores tiene su plan a medida, en el que todo cuenta, y por eso al preparador físico le parece significativo lo de Lisboa: “Tenemos que tener en cuenta que ha habido una competición que, por más que sea amistoso, ha supuesto una piedra de toque importante para el equipo y ha sumado algo más de carga física, porque el tema técnico de la competición y al nivel que han jugado supone una carga importante, así que esta semana estamos adaptando”.

Junto con Braulio Moreno, con el que está encantado, se contabiliza “ese esfuerzo extra que han hecho, con viaje incluido, para retomar ahora la puesta a punto para el inicio de temporada a ritmo normal”. Precisamente sobre su colaborador, el acople ha sido el previsto: “Muy bien, yo lo sabía, que estábamos los dos en la misma línea, complementándonos y aportándonos cada uno nuestra experiencia y mayor conocimiento en la mejora del equipo”. De eso se trata precisamente, de ser ‘equipo’ también en su faceta, y se puede ver que el tándem es ganador y que la preparación física de Unicaja Almería sigue siendo puntera en el voleibol de español a los mandos de un hombre que hace diez años fue Campeón de Europa.

Nada ha podido aminorar la puesta a punta de los blanquiverdes, ni siquiera el largo viaje a la capital portuguesa para medirse a Benfica: “Si ya de por si cualquier persona que viaja nota el cansancio cuando llega a destino, pues ellos, que nada más llegar tienen que hacer entrenamientos… y por muy buenos medios que tengan los autobuses o los medios de transporte, con la envergadura y las características físicas de estos jugadores, lo sufren más”. De hecho, a día de hoy puede afirmar que los objetivos se están logrando y que la puesta a punto permite ‘volar’: “En términos generales llegaron muy bien, y en algún caso concreto en el que la inactividad se notaba algo más, ya se ha regulado perfectamente”. 

El instructor De Haro inicia los exámenes de vuelo
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