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ALMERÍA.- Luis Miguel Ramis siempre defiende que el camino más corto hacia la victoria es jugar bien al fútbol, y así lo hizo el Almería frente al Sevilla Atlético para reencontrarse con el triunfo después de perder en Córdoba y empatar contra el Real Zaragoza. Los tres puntos eran fundamentales, vitales, para no quedarse anclado en la clasificación, máxime con los resultados que se habían dado en la jornada. De esta forma, los rojiblancos se vuelven a reivindicar con argumentos en la lucha por la permanencia, que está a dos puntos.
El entrenador del Almería puso en liza un once de marcado carácter ofensivo con Pozo en la media punta, Quique y Fidel en las bandas, y Kalu Uche como “9”. A ello hubo que sumar la verticalidad de Marco Motta y de Nano por ambos carriles. Pero el equipo, además, tuvo equilibrio, trabajó perfectamente en defensa, y en la medular Borja Fernández y Joaquín estuvieron pletóricos en todos los aspectos. Los rojiblancos tuvieron personalidad sobre el campo, fueron solidarios y pusieron gran intensidad en todas sus acciones.
El partido era complicado, muy complicado, por la presión que tenía el Almería tras conocer los resultados adversos para sus intereses que se estaban dando en la jornada. Además el Sevilla Atlético era un rival a tener en cuenta por su juventud y calidad.
Nuestros representantes salieron con decisión, dispuestos a encarrilar el encuentro y en los primeros quince minutos ya habían dispuestos de varias ocasiones de gol y habían lanzado cuatro saques de esquina. El equipo fue de menos a más. Le costó tener el balón por la presión que ejercían los sevillistas y como consecuencia de ello desarrollaban más un fútbol directo y por momentos precipitado lo que le costaba cometer imprecisiones.
Pero poco a poco fue creciendo, teniendo más la pelota, tocando, jugando con criterio… y como consecuencia de ello en el minuto 25 lograba el 1-0. Un golazo; Quique centró desde la derecha y Kalu Uche, se adelantó a su marcador para mandar el balón al fondo de las mallas.
El Almería mantenía a raya al Sevilla Atlético con un excelente trabajo en defensa, mérito de todo el equipo, y continuaba mandando. En el 36, Ximo Navarro robó en su área, se apoyó en un compañero y se plantó en la meta contraria; su disparo se iría ligeramente alto. Con este resultado se llegaba al descanso.
Los rojiblancos volvieron a salir con intensidad y gran ritmo en el segundo período. A los siete minutos de la reanudación Quique, en una brillante jugada con Marco Motta, tuvo el 2-0, que sí llegaría poco después, en el 68. El máximo goleador del Almería no marcó esta jornada, pero sus asistencias fueron claves. Si en el primer tiempo lo hizo con Uche, en el segundo, fue con Fidel, que superó al portero en su salida tras recibir del vallisoletano.
El conjunto de Luis Miguel Ramis mandaba, tocaba, dominaba y pudo ampliar su ventaja porque tuvo llegada y ocasiones. Sin embargo no las materializó y en el 89 los sevillistas reducían diferencias a la salida de un córner. Hubo incertidumbre, aunque al final los puntos se quedaron en el Mediterráneo.
