jueves. 28.03.2024

Imagen del encuentro

ALMERÍA.- Después de dos derrotas consecutivas, la última por goleada en Murcia, y dejando malas sensaciones, el Almería cambió de imagen ante el invicto Lugo, que llegaba al Mediterráneo como segundo clasificado, y obtuvo un empate con sabor agridulce. Por un lado hay que valorar que se ha roto, en parte, la racha que atravesaba y todo lo que sea sumar es bueno, máxime al quedarse el equipo en inferioridad numérica por expulsión de Azeez. Por otro queda la duda de saber qué hubiera ocurrido si el nigeriano no hubiese visto la roja cuando más apretaban y dominaban los rojiblancos.

Nuestros representantes mejoraron mucho en el aspecto defensivo y dejaron la portería a cero ante el más goleador del campeonato, sin embargo arriba, pese a tener ocasiones, faltó acierto y contundencia, pero también es verdad que era el tercer encuentro en seis días, y que el calor volvió a apretar, circunstancias que evitaron mayor ritmo y frescura en el fútbol ofensivo.

Como dice Soriano, ahora no hay que mirar la clasificación, sino ir partido a partido intentado mejorar y crecer. Y eso hizo el Almería, que recuperó la actitud, la intensidad, el trabajo…

El técnico apostó por un once en el que mantuvo la defensa habitual y las bandas con Antonio Puertas y Fidel. Arriba volvía Quique y en la medular actuaban de inicio Joaquín, del filial, Azeez y Diamanka.

Aunque el Lugo comenzó mandando y teniendo la posesión, el Almería hacía una buena labor contrarrestando las virtudes del rival, y no haciendo concesiones como en jornadas anteriores. En ataque intentaban sorprender por velocidad y con un juego más directo. Fidel, que hizo un gran primer tiempo, tuvo la primera ocasión en el minuto 4. Aunque Campillo dio un susto en el 13, Azeez en el 14 y Fidel, de nuevo, en el 25, volvieron a disfrutar de sendas oportunidades.

El balón lo tuvo más el Lugo, pero quien llegaba arriba por el camino más corto y con mayor peligro era un Almería que sabía tener paciencia y no volverse loco en determinados momentos por la necesidad de los puntos. Delante había un adversario a tener muy en cuenta.

El segundo período empezó abierto, con alternativas, aunque poco a poco los rojiblancos se fueron imponiendo. De hecho pasaron a tener más la pelota; además la recuperaban pronto cuando la tenían los lucenses, elaboraban más sus jugadas de ataque y se mostraban intensos. De todas formas las ocasiones no llegaban, si bien en el 63 Ximo Navarro cabeceó ligeramente alto un centro desde la izquierda de Quique.

El Almería se había llevado el partido a su terreno, si bien no se podía fiar para nada del Lugo; todo lo contrario, porque asustaba con rápidas transiciones. En cualquier caso las sensaciones eran buenas y se abrían las opciones de poder sumar los tres puntos. Pero en el minuto 84 Azeez era expulsado por doble tarjeta amarilla y nuestros representantes se quedaban en inferioridad numérica diez minutos –se añadieron 4-.  Hasta ese momento el punto podía saber a poco, pero a partir de ahí había que darlo por bueno porque encima el Lugo enseñaba las garras. A pesar de todo, en la última jugada de la confrontación, el Almería tuvo una clara ocasión tras el lanzamiento de una falta.

El Almería cambió de imagen ante el invicto Lugo pero solo logra un empate en casa (0-0)