jueves. 28.03.2024

Presentación del estudio en Almería

ALMERÍA.- Almería ha acogido esta mañana la presentación del estudio Auto-diagnóstico de la situación de las Mujeres con Discapacidad en Andalucía presentado esta mañana por la Federación de Asociaciones para la Promoción de la Mujer con Discapacidad LUNA, entidad a la que pertenece la Asociación Luna Almería, entidad miembro de FAAM (Federación Almeriense de Asociaciones de Personas con Discapacidad) y asociación participante en el estudio. Este acto presentado por el Director General de Personas con Discapacidad de la Junta, Gonzalo Rivas, y la Presidenta de Luna Andalucía, Mª Ángeles Cózar, ha contado con la presencia de la Coordinadora del IAM Águeda Cayuela.

Se trata de una investigación que parte de la premisa de que la interacción de varios factores discriminatorios como son el género y la discapacidad, genera una situación específica que incide negativamente sobre la calidad de vida de las mujeres con discapacidad. “Con este estudio hemos querido comprobar cuáles son los efectos de la múltiple discriminación y cómo afectan al bienestar de las mujeres del colectivo”, ha explicado la presidenta de la Federación LUNA, Mª Ángeles Cózar. Para tratar de arrojar luz sobre esta hipótesis se ha entrevistado a 3.343 mujeres con discapacidad física y/u orgánica de las ocho provincias andaluzas, de las cuales 350 son almerienses.

Los datos extraídos ponen de manifiesto que el porcentaje de analfabetismo total entre las mujeres con discapacidad es del 10% mientras que el analfabetismo funcional se dispara hasta el 30%. Se concluye también que 6 de cada 10 mujeres con discapacidad solo ha superado el nivel de graduado escolar o ESO y que únicamente el 11% son licenciadas o diplomadas aunque la mayoría adquirió la discapacidad después de finalizar sus estudios superiores.

La sexualidad se ha abordado en el estudio a pesar de ciertas dificultades porque este tema sigue siendo tabú para una gran parte de la sociedad. Las mujeres con discapacidad denuncian que son consideradas asexuadas mientras que, hasta un 68% de ellas, se perciben sexualmente activas. En este sentido, llama la atención que 7 de cada diez mujeres con discapacidad física no ha acudido nunca a consulta ginecológica.

Por otra parte, en el ámbito de la salud, se desprende que existe una tendencia generalizada a atribuir de manera sistemática cualquier dolencia a la discapacidad. De esta manera muchas mujeres con discapacidad en nuestro país se encuentran desatendidas y no reciben el tratamiento necesario. Según datos del estudio, el 62% de las mujeres del colectivo nunca se ha hecho una mamografía.

A pesar de los múltiples obstáculos que tienen que enfrentar estas mujeres, el 79% afirma tener buena autoestima, aunque sólo el 3% están plenamente satisfechas consigo mismas. La idea preconcebida de que las mujeres con discapacidad son siempre personas dependientes queda desterrada, ya que el 60% de ellas tienen una o más personas a su cargo, independientemente del grado de discapacidad. Además, el 74% de las entrevistadas cuenta con ingresos propios, procedentes de salarios o pensiones pero, en el 66% de los casos, dichos ingresos son inferiores al Salario Mínimo Interprofesional.

En cuanto al eje de empleo, cabe destacar que el 78% de las mujeres con discapacidad se encuentran en situación de desempleo y, de ellas, el 41% son consideradas inactivas, es decir, ni trabajan ni demandan empleo. De las mujeres con discapacidad que están empleadas, el 26% trabaja sin contrato. “A las mujeres con discapacidad no se les educa ni para asumir el rol de ‘mujer moderna’, trabajadora e independiente, ni para el rol de ‘mujer tradicional’, esposa, madre y ama de casa”, afirma Cózar.

El estudio aborda la participación de las mujeres con discapacidad en la vida social, ahondando en el hecho de que sigue estando muy limitada tanto por la discapacidad como por los roles de género asignados. Sin embargo, el documento muestra como más de la mitad de las mujeres entrevistadas, un 57%, sí participa en organizaciones sociales especializadas en temas de discapacidad. No obstante, en dichas organizaciones, solo 4 de cada 10 puestos directivos está en manos de mujeres. Es reseñable, en cuanto a su grado participación social que, el 40% de las mujeres entrevistadas, destaquen el hecho de que los lugares de ocio y las actividades de tiempo libre disponibles en su entorno no son accesibles o que el 39% no tenga acceso a Internet.

La accesibilidad es un eje transversal que forma parte del contenido esencial de todos los derechos y por eso se ha concebido como un vector que atraviesa todo el estudio. Como dato relevante en esta línea hay que resaltar que el 71% de las entrevistadas no cuenta con adaptaciones en sus hogares y vive, por lo tanto, en un espacio no accesible, lo que es un factor de exclusión fundamental a tener en cuenta.

Otra de las realidades que han quedado al descubierto es que para las mujeres con discapacidad la importante lucha feminista por la legalización de la píldora anticonceptiva o por la legalización del aborto, por ejemplo, debe ponerse en la misma línea de reivindicación que sus demandas por las garantías al libre ejercicio del derecho a la maternidad así como la prohibición absoluta y sin restricciones de las esterilizaciones forzadas. Entre las mujeres con discapacidad entrevistadas se ha detectado que, al menos el 31% de ellas, han sido víctimas de algún tipo de violencia a lo largo de su vida.

De forma paralela al estudio, a medida que se iban conociendo los datos, la Federación LUNA Andalucía ha priorizado el trabajo con mujeres gravemente afectadas, mujeres de ámbito rural y mujeres con movilidad reducida, a través de sus asociaciones provinciales entre las que se encuentra LUNA Almería. Asimismo, ha comenzado la dinamización de las mujeres participantes en el programa, creando grupos de mujeres desde los que se interviene en todos los ejes del estudio. Desde una menor intervención, hecha en materia de ocio y tiempo libre, hasta la mayor, realizada mediante la creación de grupos de autoayuda.

El hecho de que en la primera fase del estudio un 54% de las mujeres demandara atención psicológica debido a causas como la baja autoestima o las situaciones de violencia de las que eran objeto, ha llevado a LUNA a incorporar en las 8 provincias de la comunidad andaluza gabinetes de atención psicológica individual y grupal.

El 96% de las mujeres con discapacidad reconoce no haber acudido nunca a una consulta...