viernes. 19.04.2024

¿Dónde se anota el debe y el haber de mi vida?

María José Navarro

Muchas personas dicen «El tiempo lo cura todo», lo cual es cierto siempre que no hayamos contraído alguna deuda con alguien, es decir algo pendiente de resolver. No en balde dijo Jesús «Haz las paces con tu adversario mientras vayas con él de camino, no sea que te lleve ante el juez y el juez te entregue al alguacil, y seas conducido a la cárcel». 

En ocasiones se piensa que con una mudanza o un cambio de ciudad los conflictos y peleas quedarán atrás, de hecho nos esforzamos en olvidar todo con rapidez, ignorando si la otra persona logró superar el asunto aquel. Pero todo es energía que no desaparece mientras no se supera, lo que significa que cada descarrío del ego sin superar sigue acumulado y esperando, pues todo está pesado y medido. ¿Pero quién lleva la cuenta, donde se anota y qué se anota? 

Los astros del macrocosmos material y del macrocosmos invisible son los que cuentan y graban lo que cada persona deposita en sus sentimientos, sensaciones, pensamientos, palabras y obras, aquello que realmente somos, es decir los contenidos, no lo que fingimos ser. Aunque también en el alma queda todo grabado, y a más tardar tras la muerte se pone de manifiesto en los correspondientes lugares de estancia del alma. 

En el camino de purificación, que es el camino de poner en orden todo lo que hicimos mal, se transforman las envolturas energéticas, ya que se vuelven más finas y luminosas según el alma va saldando sus culpas. Así el cuerpo anímico se vuelve más fino y luminoso, y camina hacia planetas más elevados, donde tiene que reconocer y superar cosas nuevas.

¿Dónde se anota el debe y el haber de mi vida?
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