viernes. 29.03.2024

'Democracia' españolista... egipciana

Al-Hakam Morilla, Liberación Andaluza

"No comas pan cuando a aquel que padece hambre no le has ofrecido pan. Uno es rico, otro pobre. El hombre que un año antes nadaba en riquezas, ahora es mozo de mulas. El curso del río del año anterior ahora corre bajo otro puente. Mares inmensos se convierten en áridos desiertos y bancos de arena se hunden en los abismos...". Textos de las Pirámides

Puede resultar una paradoja sorprendente. En Egipto, un Estado sometido a un estamento militar corrupto y criminal que usurpa el poder, el cual ha encarcelado a su único presidente electo en cinco mil años de historia -por cierto, andalusí, se apellida Al-Mursí, El Murciano-, y se ceba con el patrimonio público sin empacho esa oficiallidad sierva de Yanquilandia y Sión, al devorar más de un tercio del PIB; sin embargo los periodistas y cualquier civil en el País del Nilo entonan loas a la mirífica perfección del sistema democrático. Se les transfigura el rostro y la voz en los almibarados panegíricos al aludir a algo que desconocen en su mayoría, incluso si intuyen su carencia. Tal vez, por su ausencia, terminaron por adorar una democracia en un empíreo imaginario, o allá lejos, muy lejos... en Arcadia.

El desenfoque en la pútrida Españistán viene a ser similar, aunque escuchemos empalagosos eslóganes referidos al Parlamento jacobino de Madrid como 'templo de la soberanía nacional', como si los Pueblos del Estado fuesen un mero accidente. En nuestro caso, el de la Prisión de Pueblos de este Estado infame y ya casi fallido, no usurpan potestades ciudadanas castrenses voluntades como en el XIX, el Siglo de los Espadones. Nos hemos retrotraído mucho más atrás de la época en que los terroristas inquisidores que utilizaban la Corte como felpudo: al antiguo Egipto de los Nomos o feudos controlados por sátrapas clericales. O quizá peor aún, pues aquellas castas sacerdotales se presentaban al menos al descubierto desafiando la autoridad de los faraones.

En la podredumbre actual, la hipocresía e insaciable avaricia de la clericalla que se ha arrogado funciones estatales, incautando cuanto le place, actúa en la penumbra, la intoxicación, el miedo... mediante sectas vaticanas junto con ruines 'seglares' oblatos al servicio de un poder extranjero, el del Estado más totalitario, patriarcal y teocrático del mundo: el Vaticano conformado desde 1929 por los Acuerdos de Letrán, merced al emergente fascio italiano.

¿Cómo hemos podido caer tan bajo? Desde hace décadas sabemos que en el simulacro de 'transición' aquel Borbón, que ahora esconden, elegido por el arbitrio de un dictador sanguinario, lo fue gracias a los tecnócratas opusinos del gobierno. Necesitaban el candidato más moldeable a sus intereses, para seguir vampirizando todos los poderes del Estado, y poner gran parte de la economía a su servicio. No es casualidad que la mayor parte de las 'escuelas de negocios' o de 'dirección de empresas' estén en manos de órdenes religiosas, con un interés no precisamente evangélico, como puede constatarse por tantos de la elitista caterva 'educada' allí imputados y en presidio, a causa de su catálogo enciclopédico de delitos económicos.

Eso sí, a la españolista 'izquierda' o derecha, rojigualda o tricolor, tras el postureo de criticar a Venezuela o Marruecos, que no se le ocurra empezar a barrer la casita propia... con una 'democracia' constituida en el 78 sin preceptiva Asamblea Destituyente alguna; con una 'constitución' sin la necesaria Asamblea Constituyente, redactada en secreto la primera a modo de refito de varias por siete sacralizados papás -entre ellos Fraga y Roca-; con la tramposa Ley d'Hont en vigor para jibarizar a las minorías; sin Separación de Poderes auténtica hasta la fecha; con una empresa privada para el recuento de votos en la Generales ya denunciada por pufos electorales en Latinoamérica, Indra, con tecnología militar y dirigida por el opusino Abril-Martorell hijo; con el partido del gobierno que presuntamente aceptó sobornos para perpetrar fraudes electorales; con la 'oposición' y los 'sindicatos' subvencionados por el Estado y encima dándoselas de 'izquierda'; usurpando su exangüe soberanía el Estado extranjero Vaticano...

Nada de ello hubiera posible sin un inducido desconocimiento sobre el significado de una verdadera democracia -en su sentido moderno, el de Montesquieu, no el de la sociedad esclavista griega-, y un absoluto desprecio por la libertad, sobre todo la política. Menudo esperpento el de la partidocracia con la patraña de dárselas de muy garantista y horizontal entre sus afiliados, sin cesar de abominar del liberalismo político para todos (por cierto, unidad de intereses frente al mismo enemigo democrático que históricamente hermanó - ver Pacto Molotov-Ribbentrop - de 1939 a 1941 a los nazis y a los estalinistas). Por eso los encastados politicastros ansían obsesos tan autoritaria mamandurria, y sus palmeros subvencionados no dejan de entonar patéticas alabanzas al señorito de turno, o imprecaciones a los que no comulgan con las ruedas de molino. No se les oculta que un presidente monárquico-papista, de 'izquierda' o derecha, aunque haya organizado bandas de escuadrones de la muerte desde el gobierno con chaqueta de pana, aunque pudiera estar involucrado en la organización de robos, sobornos o fraudes electorales mientras se fuma puros, no puede ser apeado del cargo, lo detenta con total impunidad. No hay control del poder ergo no hay democracia.

Democracia es sencillamente Separación estricta de los Tres Poderes -Legislativo, Judicial y Ejecutivo- en origen, ejercicio y funciones. No se trata de un voluntarismo y un relativismo moral al albur de modas o caprichos de verborreicos politólogos, apesebrados por alguna institución o partido. Nada tiene que ver con el 'consenso', concepto emanado del fundamentalismo nacional-católico. Se trata de que la Cámara Alta, en vez del circo inútil de aforados en que hoy se ha convertido, teniendo que escuchar las memeces de querer convertirla en 'cámara territorial', recupere su esencial función en una democracia no de atrezo: la de elaboración de las leyes con completa independencia, vigilando que el Ejecutivo o el Judicial no se extralimiten tiránicamente al interpretarlas. La misma soberanía indispensable e inviolable para el Poder Judicial, no el manoseo indecente del Ejecutivo que observamos a diario. Mayorías y minorías en órganos propios... Mayorías y minorías con procesos electivos transparentes siempre. Una instrucción pública en manos no de un avasallado cuerpo docente, que implique a las nuevas generaciones en la lucha por la ineludible Libertad Política Colectiva. Control del poder para que el ciudadano se sienta partícipe de su Administración, solidario con ella. Y no un súbdito de los tiempos de la Picaresca o el Absolutismo.

¿Y cómo los romos, arrogantes espíritus clerical-franquistas no habrían de aborrecer y denostar una real democracia, si lo único que han conocido en su vida esos caducos fachones, y sus babosos novicios trepas, ha sido la impostura por sistema, el arrodillarse a un mitrado Estado foráneo y el postrarse ante una trama ensotanada, a cambio de unas migajitas en los inacabables festines pantagruélicos del amo? Pero lo más repugnante de todo estriba en que encima se quieran envolver el barrigón en las españolistas banderas borbónico-franquista y en la de la República del Máuser como subterfugio, o en un nacionalismo burgués desleído por alzacuellos, émulo por las Autonomías de su mezquino cómitre: el centralismo.

Deleznable espectáculo similar al de aquel Imperio Austrohúngaro, con ínfulas de gran potencia al tiempo que asqueaba cada vez más a los que malvivían bajo su bota, a ritmo de valls y belicismo a ultranza. La servidumbre ha llegado a tal punto que le pegan el bocado del cocodrilo a las pensiones, teniéndose que aumentar su ya insostenible deuda el Estado para pagar sus misérrimas paguillas 'extraordinarias' a los abuelos, y no se atreven ni a protestar por esta sevicia. Una colonia, Andalucía, donde le quitas el color a una grabación en vídeo a sesiones de numerosos plenos municipales, como el de Jaén, y parece que van a rematar la faena con caralsoles y rosarios en el túnel del tiempo. ¿Quién puede reprocharle por tanto a millones de catalanes, vascos, y de otros Pueblos que estén hartos del obsoleto nacionalismo españolero?

Y aún así, detestados ad nauseam también por las generaciones nuevas, lo más horrible para todos esos cínicos zoquetes caducos o jesuitizados mandamases sigue siendo el arcano sonido del arpa, horrísono, en aquel canto del Antiguo Egipto que traspasa los milenios, los corazones... y lúcido advierte: "Piensa que a nadie le es permitido llevar consigo sus bienes. Piensa que... jamás ninguno de los que partieron ha podido regresar".

Al-Hakam Morilla Rodríguez, Coordinador de Liberación Andaluza. Cuenta de twitter bloqueada por la censura: @lascultura . Nueva: @liberacionan

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