jueves. 25.04.2024

Molducci, entrenador

ALMERÍA.- Lo ha dicho en varias ocasiones durante conversaciones fuera de micrófono, y sus hechos vienen a demostrarlo. Si Molducci tuviera que sentar a Cristiano Ronaldo o a Leo Messi, lo haría sin temblarle ni el pulso ni la voz. “Miramos el partido a ver cómo va”, esa es otra de sus expresiones típicas, pero además cierta. Con él hay siempre un plan B, un plan C, un plan D… y así sucesivamente, todos ellos no solo antes sino también durante el transcurso del encuentro, hasta que halla la solución: “Durante la semana miro muchísimo la estadística pero en el partido me quedo con las sensaciones”. El juego pide, y el italiano atiende esa petición.

Como todas las variables están en su cabeza, en el desplazamiento para visitar a Textil Santanderina aparecen las largas horas de autobús para llegar a destino, si bien se centra en el rival para subrayar que “ha jugado muy bien contra equipos no fuertes y ahora tiene la posibilidad de encontrarse con Unicaja en su casa, así que eso es peligroso”. Se refiere el italiano a que el cuadro cántabro ha cogido velocidad, va lanzado, de hecho, en una dinámica positiva, y encima “tiene un equipo mejor que el año pasado, tiene un opuesto bueno –Frank Amorín-, un colocador joven de Almería –Rubén Lorente-… es buen equipo”.

No es porque el rival marcha invicto en igualdad de condiciones que Unicaja y Ushuaïa, con solo un set en contra, sino porque a Molducci jamás se le olvida el máximo respeto al contrincante, que significa jugarle al cien por cien: “Nosotros tenemos la obligación de jugar siempre al máximo, se puede ganar o se puede perder, pero cuando se sale de la cancha el jugador debe saber que lo ha puesto todo, y  como Almería, tenemos la obligación de jugar bien; si lo hacemos así muchas veces ganamos, si no jugamos bien se puede perder”. No duda el técnico transalpino de que eso puede suceder este fin de semana en tierras norteñas.

Hay un peligro añadido para Unicaja, y es el de que tras vencer a Ca’n Ventura, de un modo inconsciente, pueda producirse cierta relajación debido a que se llegó a un punto alto de tensión: “Puede pasar, porque en el deporte pasa, pero conmigo pasa un poco menos; no lo sé, a ver cómo se desarrolla el partido”. En cuanto al planteamiento que realizará, Alexander Szot ‘Alemão’ se incorporó felizmente a los  entrenamientos durante la semana y está en la convocatoria: “Tampoco sé si irá bien, a ver cómo llega”. En caso negativo está la opción del central Moisés Cézar como opuesto, lo que vino a sorprender el pasado fin de semana.

Su mejor virtud es sacar lo mejor de cada jugador, y que ello incida directamente en el beneficio del equipo, por lo que en su mente existe búsqueda permanente de soluciones: “El año pasado la mejor que teníamos era poner dos líberos y así lo hice, esta vez había dos o tres opciones más, pero le dijo a Moisés ‘soy un entrenador loco y mañana tú juegas de opuesto’, cuando podría haber sido o Israel Rodríguez u otro”. El caso es que todavía no ha podido normalizar las sesiones de trabajo: “Como equipo hemos hecho dos entrenamientos en dos meses, falta siempre algo, y hasta que no entrenemos todos es más difícil”.

Se refiere Molducci a su máxima de que “se entrena el detalle”, algo imposible de realizar correctamente si hay bajas. El caso es que ante las adversidades se agudiza el ingenio o se tira de un conocimiento profundo del juego. En relación a ello, ante la baja de ‘Alemão’ frente a los palmesanos “la mejor solución era la de Moisés” porque decide “mirando cómo están los jugadores en cada momento”. Es siempre sincero, y por ello reconoce que para Unicaja “hasta ahora el mejor entrenamiento es el partido, cuatro partidos y para jugarlos solo se han hecho en realidad cuatro entrenamientos al cien por cien”. 

Pero establece siempre un plazo razonable: “Lo importante es que miramos hacia  adelante, y para cuando estemos todos pienso que el equipo puede subir mucho más”. En definitiva, en ese sentido asume que “cada partido es un examen”, pero recuerda que “el examen gordo es la Copa del Rey, los play off…”. Por ahora se queda con que su plantilla está respondiendo con calidad a las adversidades, como es tener once jugadores, con uno de ellos tocado, en el acta ante Ca’n Ventura: “Esto es bueno porque la gente que ha jugado lo ha hecho bien y para mi es la cosa más importante; Israel tuvo problemas pero Mario jugó muy bien”.

De todos modos, y aunque insiste en que “cuando se juega bien, todo va bien”, a Piero Molducci no le cuesta admitir que gran parte de la victoria frente al conjunto de Marcos Dreyer estuvo en la afición: “La cosa mejor de este partido fue el ambiente, porque desde el play off no teníamos un ambiente así”. Los elogios a la hinchada, “con una afición buena es mejor para nosotros”, llegan hasta el punto de ser muy rotundo a la hora de valorar la victoria ante un rival directo con el que se entiende que se disputarán los títulos de esta temporada: “Si no hay este ambiente no se gana este partido”.

De las estadísticas a las sensaciones para que Piero Molducci se descubra ante la...
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