viernes. 29.03.2024

Dalmacio Dispuesto

Juan Antonio Palacios Escobar

Siempre estaba en disposición de tomar una iniciativa, de emprender una nueva aventura, de sorprender al más impasible. Su permanente actividad frenética le costaba tiempo y esfuerzo, pero sabía recolarse mentalmente en unos segundos. Le gustaba hacer las cosas con tranquilidad, sin ningún tipo de presiones.

Calculaba bien sus actuaciones para que el resultado fuera óptimo. No bajaba la guardia, para que nada estuviera  desubicado. Su nivel de exigencia consigo mismo era alto y exigente, pero no debía imponerlo a los demás. Aprovechaba cualquier momento para habar consigo mismo.

Era el momento de recuperar la felicidad y las ganas de vivir. Abandonar las rémoras del pasado y centrarse en el futuro, sin incomodarse ni enfadarse por cuestiones baladíes. Sin nervios, excitaciones y obsesiones, procuraba inventarse nuevas historias.

Eran como armazones de ideas, tramas y personajes, en los que se encontraba envuelto en rompecabezas que no era capaz de resolver, y en ocasiones, prisionero de un desequilibrio que le llevaba a actuar de forma alocada.

Siempre procuraba ver las cosas bajo un prisma positivo. Estaba en su mano disfrutar de la vida y no caer en el derrotismo, la insatisfacción y la depresión. No podía permitirse la debilidad de anclarse en la nostalgia  y era mejor preparar el camino para no caer en la melancolía.

Dalmacio no se guardaba nada para él. Sabía abrirse  y expresar sus sentimientos. Había  decidido vivir con todas sus consecuencias. Su comprensión y discreción le hacían recuperar en cualquier momento el equilibrio y la serenidad..

Todo para él  era un juego y una apuesta consigo mismo., aunque era un experto en controlar sus emociones y no enfadarse inútilmente, Iba a cumplir con el deseo de darse un capricho que no se había podido dar hasta entonces,

Era un especialista en el cuándo no pasa nada pero ocurre todo.

Siempre estaba disponible para los demás y en escasas ocasiones para sí mismo. De tarde en tarde salía el monstruo que llevaba dentro y le demostraba que era su peor enemigo. Aunque en ocasiones le sucedían cosas que no tienen explicación, sabía seguir confiando en las personas que quería.

Desde su honestidad consigo mismo, era astuto y movía las fichas con una enorme y gran habilidad, Era lo suficientemente fuerte como para superar cualquier obstáculo que se encontrara en el camino, y  tenía un gran repertorio de ideas para cuando no pasa nada, pero ocurre todo., como vivir grandes aventuras y experimentar cosas mágicas y maravillosas

Sin debilidades ni pasos atrás debía, necesitaba reflexionar en soledad sobre los temas importantes que afectaban a su vida. Tenía que permanecer atento y buscar rápidas soluciones. Cumplir sus compromisos para que nadie le echara nada en cara.

Superaba la monotonía el aburrimiento, y no se dejaba atrapar por el desánimo cuando había algo que no había salido como él esperaba, ni se dejaba  enredar en la tela de araña que le podía impedir crecer. Dispuesto era partidario de las amabilidades, las discreciones y las humildades.

No gustaba de poses, ropajes y apariencias, pero sí de crear sinergias para guardar las esencias, disfrutar de su paz interior y el sosiego exterior, entusiasmarse con sus aficiones e ideas. Ser humilde, modesto, discreto y prudente. Ser capaz de cambiar de imagen sin mostrarse petulante y soberbio, ni frágil ni pusilánime.

Dalmacio Dispuesto
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