viernes. 19.04.2024

Dacio Enigmático

Juan Antonio Palacios Escobar

En verdad que Dacio era difícil de entender y en muchas ocasiones resultaba oscuro y misterioso en su manera de actuar.. Se dedicaba al estudio de las ciencias ocultas. Contaba con una beca de la Universidad, con presencia activa y teniendo que plantear un informe semanal de lo que iba haciendo.

La triste y dura realidad es que su trabajo transcurría diariamente como el de cualquier otro currante, con sus ocho horas, en ocasiones angustiado porque no sabía muy bien si alguno de los recortes y ajustes daría al traste con su investigación, y en otras sobrepasado porque no estaba seguro de hacerlo bien, entre tantas exigencias y precariedades de medios.

Enigmático era en ocasiones inexplicable, y entre lo propio y lo ajeno reflexionaba desde su interior y observaba el exterior, en ambos procesos para encontrar algo nuevo y distinto o repetir una y otra vez lo que ya conocía, en un vaivén acompasado de  las mareas y las olas que nos dejan la espuma en la orilla y su música en el aire.

Procuraba no decidir las cosas sin reflexionar, con calma y serenidad. Entre excesos y excusas, cansancios y monotonías, berrinches y enfados, rumores y mentiras, su insistencia y tesón le hacía mirar con más confianza al futuro.

                Analizaba los hechos y encaraba todo con mucha atención para que no se le escapara ningún detalle. No le gustaba hacerse notar ni hablar demasiado, para no resultar contraproducente y exponerse innecesariamente a las críticas  de los mediocres o dar una imagen frívola.

A sus 63 años no estaba dispuesto a perder ni un solo minuto de su tiempo, y aprovechar los momentos oportunos para retomar proyectos que había dejado aparcados y resistía con fuerza y naturalidad fuera de los focos y los titulares.

Sus pasiones cargaban sus mensajes en cada uno de sus discursos, y cuando hablaba no solo lo hacía desde el conocimiento profundo de lo que decía sino del auditorio al que se dirigía. Con sencillez y seleccionando muy bien los contenidos y las palabras que empleaba, sin convertir cada intervención en la defensa de una tesis electoral.

Tenía un afán perfeccionista en relación a todo lo que tenía que hacer, planteándoselo como un reto, una competición en el que siempre quería llegar el primero, y  se disponía sin pereza a estudiar todos aquellos documentos que podían serle de utilidad.

Dacio se encontraba con más energía para cumplir con sus obligaciones y satisfacer sus aspiraciones. Solo hablaba cuando tenía algo que decir y mientras reflexionaba y se quedaba en silencio, manifestando  las palabras justas, lo que le daba un mayor peso.

Nuestro personaje no era de los que bailaba el agua y seguía la corriente, prefería hacer preguntas antes que afirmaciones gratuitas Tenía una gran habilidad para dirigir las conversaciones en la dirección conveniente, siendo creativo en sus exposiciones, lo que hacía que la gente le prestara una mayor atención.

Debía dejar atrás el pasado  y centrarse en lo que tenía , aquel presente repleto de recuerdos, aceptando las críticas porque nadie es perfecto pero sin estar obsesionado por lo que digan los demás , eligiendo a sus amigos con sabiduría , manteniendo la calma bajo presión , ejercitando su cerebro y descubriendo que ser amable además de gratuito , resulta reconfortante .

Además la experiencia le había enseñado a no confundir su posición  de ser enigmático con los demás, con ser un misterio con él mismo.    

                          

Dacio Enigmático
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