viernes. 19.04.2024

Elena Torres, teleprensa.com Almería

Esto de poner sanciones es muy del PP. Es un partido al que le gusta hacer caja, ya sea vía impuestos, multas o estrangulando a la oposición con los honorarios cuando no la necesita para gobernar. Lo lleva en su ADN. 

En Almería capital, ahora toca sancionar al ciudadano por cuestiones de limpieza, lo que no deja de ser una ironía dado el poco éxito que tiene cualquier política encaminada a mejorar este servicio por parte de nuestros mandatarios. Desde ya, la Policía Local de la ciudad tiene capacidad para sancionar a todo vecino que escupa en la calle, coma pipas y arroje sus cáscaras al suelo y, por supuesto, orine en la vía pública.  Y tampoco se podrán arrojar colillas, lo cual me parece muy bien aunque estaría mejor si uno tuviera ceniceros por doquier donde poder depositar tanto las pipas como los cigarrillos…

La ordenanza también contempla una ‘amplia’ franja horaria para depositar los residuos: ¡dos horas al día!. Yo no sé que resultados va a tener esta ‘campaña de concienciación’ vía sanción pero lo que sí adelanto es que desde luego esta ordenanza no ha pensado en la ‘vida moderna’ de nuestros ciudadanos. Es difícil concebir que uno tenga que estar a diario entre las 20 y 22 horas o 21 y 23, según sea invierno o verano, para echar la basura. Aquí no se contempla que uno viva solo o acompañado, que sea dependiente, trabaje a turnos o estudie en nocturno. Esto es lo que hay. 

Se aprovechan de eso, de que las sanciones sólo pueden ir de un  lado, de la administración hacia el ciudadano y no al revés porque yo hubiera puesto hace ya casi un mes un buen multón a este ayuntamiento por arrebatarme nada menos que tres contenedores en los que depositaba mis residuos separados para reciclar. De la noche a la mañana, y esta vez no fue por acto vandálico de quema de contenedores, los vándalos serán otros, nos quitaron el recipiente de cartón, plástico y uno de orgánico sin  explicación ninguna ni señalización de a dónde dirigirse a partir de ahora. Así que uno sigue reciclando en casa y cuando llega a depositar sus restos se encuentra con un contenedor de vidrio y otro de orgánico que, para más inri, se encuentran separados por la distancia de los tres ‘sustraídos’. (Nada que ver con esas bonitas fotos de contenedores de todo tipo, alineados y bien limpitos que nos manda el ‘querido’ ayuntamiento en sus notas de prensa). 

Así que a armarse de paciencia, otra vez, porque si no les parece suficiente el abuso, aún hay más. La Policía Local ‘ha sido entrenada’ y tiene previsto aparecer por sorpresa, de paisano, lo digo por si había contemplado la posibilidad de hacer alguna trampa cuando nadie de uniforme le viera.

Concienciar vía sanción
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