viernes. 19.04.2024

Calidad de vida

Luis J Pasamar, Portavoz de la Gestora de AxSi en Almería

Da la impresión que la corrupción que estamos sufriendo es algo que no nos afecta, que se trata de algo de algunos políticos de muy alto nivel, pero realmente esto no es así.

En primer lugar el dinero que está en juego es el de nuestros impuestos, el que hemos estado pagando a la Seguridad Social para nuestra salud y nuestras pensiones, las tasas e impuestos que pagamos a las CCAA y a los Ayuntamientos, que nos han subido a la hora de pagar y nos han rebajado a la hora de recibir, en contra de lo que prometieron y esto, indudablemente molesta si no indigna directamente.

Pero esto no se queda en las altas esferas de la sociedad, esto va filtrandose a todas las capas, estamos observando el cambio hacia la confrontación, la crispación y la pillería.

Me contaba un amigo que hace poco tuvo una cita en un local de la ciudad de excelente reputación, como se le hacía tarde llamó a un taxi, resulta que el taxista en cuestión se propone demostrarle a mi amigo el teorema de pitágoras y que el recorrido normal es en realidad la hipotenusa, así que decide recorrer los catetos de ese figurado tirángulo rectángulo, cuando mi amigo le explica que el motivo de coger ese transporte es la premura de tiempo, el conductor amante de las matemáticas le replica que dada la circulación es el camino más rápido y eso que ya era el tercer semáforo en el que se habían detenido, andando hubiera necesitado muy poco tiemo más y habría ahorrado dinero.

Llegado al establecimiento, pide su consumición y terminada la reunión pide la cuenta. Al pagar viene un diligente jovencito que comienza a retirarle rápidamente el servicio sin preguntar sii había terminado, mi amigo se dirige al encargado del establecimiento y le indica la conducta del jovencito para que la corrija, dados los estándares de calidad habituales del establecimiento, ante su sorpresa la respuesta muy amable y educada es: peronde usted al chico, está aprendiendo aún. Inaudito, cuando lo correcto sería: perdone usted, el chico está aprendiendo y no volverá a suceder, como no venía sucediendo.

En un restaurnte musulmán, pregunté en una ocasión si podía traer vino para comer, la respuesta fué: por cortesía no se puede hacer. La cortesía es del establecimiento hacia los clientes, que yo sepa, si me dicen que es por respeto hacia sus costumbres, yo decido si me marcho o me quedo, con toda la educación y respeto.

Que el que paga el servicio, los impuestos... tenga que disculpar o ser cortés con el señor que recibe el dinero del servicio o los impuestos, no es de recibo y viene de la costumbre que se está estableciendo de no dar importancia a que el que tenga que gestionar el dinero para darnos el servicio, lo haga mal y esto, no hace la vida más agradable.

Si voy a un establecimiento hostelero en el que pido un buen vino con una tapa especial, por lo que me van a cobrar alrededor de 6 euros y me ponen un vino imbebible y una tapa mal elaborada, no me voy contento, pago una calidad que no obtengo. Lo mismo sucede con nuestros impuestos, más aún cuando cada día hay noticias de que alguien se lo lleva crudito y se pierde descaradamente, a cambio de a los pocos días estar en la calle o, directamente, eludir la prisión porque se trata de una persona de exquisitos modales, incluso a la hora de robar. Evidentemente estas cosas empeoran la calidad de vida y la salud de las personas.

Puede darse el caso de que de con un buen profesional y cuando le dice que ese vino por el que le van a cobrar 3 euros, o más, no corresponde con esa calidad y le pide disculpas ofeciéndole otro vino de buena calidad -la que usted va a pagar- y no le cobra el anterior vino, suele suceder que el responsable del local lo ponga de patitas en la calle, porque le está causando pérdidas económicas, o sea, que los conceptos de calidad y excelencia se han convertido en ganacia inminente, si el cliente no vuelve, no hay problema, ya vendrá otro primo. En el caso de los impuestos, estamos obligados a pagar vino de cartón de marca desconcida, a precio de Vega Sicilia, para que otros se lo beban.

Normalmente si uno comenta en una tertulia estas cosas, la respuesta más airada es hablar de Venezuela ¿Por qué no de Dinamarca, o de Suecia?

Yo vivo en Almería, Andalucía, una de ls regiones más pobres de la UE y que cada vez se aleja más de las regiones de cabeza. Esto es lo que me preocupa, me preocupa la calidad de vida de las personas que viven en mi entorno y me interesa compararme con las personas que están en el mismo barco (la Unión Europea), para tener una calidad de vida similar, sin tener que recurrir a una confrontación verbal para convencer a mis contertulios que Venezuela nos debe importar lo justo, que lo que nos debe importar es alcanzar la calidad de vida de nuestro grupo y vivir mas placentera y saludablemente.

Calidad de vida
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