Los jugadores celebrando un gol con Soriano
AlLMERÍA.- La épica victoria que logró el Almería frente al Real Oviedo en el Estadio de los Juegos Mediterráneos ha permitido a los rojiblancos salir del descenso y por lo tanto volver a depender de sí mismos en la lucha por la permanencia a falta, tan sólo, de tres jornadas para el final del campeonato.
El Almería empata, de nuevo, con el Mallorca y la Ponferradina (43 puntos), y en este caso son los del Bierzo los que caen al descenso después de contabilizar los puntos sumandos en los enfrentamientos directos entre estos tres equipos.
Tras los resultados de la jornada, el Huesca, que ganó en el campo del entonces líder, Leganés, se sitúa con 48 puntos, a un paso de la permanencia, pero por detrás el Llagostera se ha vuelto a enganchar a la lucha por la permanencia al situarse con 40 puntos. Los de la Costa Brava son el próximo rival del Almería, concretamente este miércoles, a las 20,30 horas, en Palamós, en lo que será otra gran final para nuestros representantes.
La cuadragésima jornada de la Liga Adelante comienza a disputarse este martes, cuando entrará en liza el Mallorca, que recibirá en su estadio a un Elche que intentará agotar sus últimas opciones de alcanzar los play-off de ascenso.
El miércoles, a las 20,30 horas, la Ponferradina jugará en su campo contra el Albacete, con un pie ya en Segunda B. Matemáticamente no está descendió e intentará aferrarse a sus opciones, aunque para los del Bierzo la cita es determinante.
A la misma hora, en Palamós, duelo directo, directísimo entre Llagostera y Almería. Los catalanes, antepenúltimos, han reaccionado en las últimas jornadas y se han situado a tres puntos de nuestros representantes, Ponferradina y Mallorca. El que gane el encuentro dará un paso de gigante en sus aspiraciones, sobre todo en el caso del Almería.
El jueves, será el Huesca el que juegue. Lo hará en su estadio recibiendo al Real Zaragoza en el derbi aragonés.
El partido
El Almería logró frente al Real Oviedo un triunfo épico que le permite salir, otra vez, del descenso a falta de tres jornadas para el final. Los rojiblancos acabaron con una racha de tres derrotas consecutivas a base casta y coraje, argumentos que le valieron para remontar un 0-1 adverso en el segundo período. Soriano acertó con los cambios, que fueron claves, para darle la vuelta al marcador. Quique, Uche y Chuli, los tres delanteros del equipo, fueron los autores de los goles.
Fernando Soriano debutaba oficialmente como entrenador del Almería haciendo cambios en el once inicial con respecto a jornadas anteriores. De hecho el sistema fue diferente, con cuatro defensas; pero además también movió piezas a nivel individual con Ximo Navarro en el lateral en detrimento de Michel Macedo; Fran Vélez en la medular junto a Lolo Reyes -José Ángel quedaba en el banquillo- y Jonathan situado en la banda derecha. Innovaciones buscando un equipo competitivo y equilibrado que necesitaba ganar.
Sólo los tres puntos le valían al Almería para reivindicarse de nuevo en la lucha por la permanencia. El Huesca había dado la sorpresa en Leganés y se aleja, pero el Mallorca y la Ponferradina perdían y los rojiblancos lo podían aprovechar para volver a salir del descenso. Para ello tenían que vencer, con lo que darían caza a estos dos rivales.
Pero delante estaba el Real Oviedo, para el que los puntos en juego eran vitales, de igual forma, en su lucha por el ascenso. Los asturianos no estaban finos en sus desplazamientos y quería resarcirse en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. Con todos estos argumentos el encuentro era una final… o como dijo Lolo Reyes en las vísperas, “la final”.
La situación del Almería es complicada y le pasó factura. El equipo salió nervioso y no estaba cómodo sobre el terreno de juego, con lo que el Oviedo se hizo con el balón y llevó la iniciativa ante un conjunto rojiblanco que peleaba, pero que se mostraba impreciso en sus acciones, con lo que prácticamente no tenía opciones claras.
Su rival, sin embargo sí, y dispuso de oportunidades para haberse adelantado en el marcador; sin embargo Casto, en tres intervenciones realmente impecables, evitó el gol. De esta forma se llegaba al descanso con 0-0.
Las cosas se complicaron mucho a los trece minutos de la reanudación cuando el Oviedo puso el 0-1 por medio de Linares, que remató sólo dentro del área un centro desde la derecha. Lejos de hundirse, nuestros representantes tuvieron capacidad de reacción, le pusieron casta y mucho coraje y remontaron de forma espectacular ante el delirio de los aficionados.
En el minuto 67, nueve después del 0-1, Quique empataba al rematar de manera acrobática dentro del área un centro de Pozo. El tanto y los cambios introducidos por Fernando Soriano, lanzaron al Almería que en el 77 lograba el 2-1 por medio de Kalu Uche tras una gran asistencia de Dubarbier, y en el 88 el 3-1, obra de Chuli después de una brillante y rápida acción ofensiva en la que participaron Uche y Quique. El Estadio de los Juegos Mediterráneos se vino abajo y los jugadores del Almería y todos los técnicos formaban una piña junto al banquillo para celebrar lo que minutos después se convertía en un triunfo épico que sacaba al equipo, otra vez, del descenso.
