viernes. 19.04.2024

Javier A. Salvador, @jsalvadortp

Hoy sería el día normal para hablar del nuevo consejero de Agricultura, Rodrigo Sánchez, y ver si así como medio tenemos un poco más de suerte que con la consejera saliente, o incluso tocar en modo análisis el resurgir laborista en Reino Unido y su propuesta de intentar formar un gobierno con la minorías, que suman la mayoría del sentir del pueblo en su totalidad. Una estrategia que tratará de emular lo hecho en Portugal y que tan buenos resultados les está proporcionando, dejando volar la imaginación al mismo tiempo sobre qué habría sido de España sin el bloqueo de Podemos a Pedro Sánchez, con un gobierno en las mismas condiciones que el país vecino, y un PP en la oposición frito con sus casos de corrupción pero sin ocupar la bancada azul del Congreso de los Diputados, y ninguna opción de elegir fiscales anti corrupción "had hoc". Pero aunque no lo crean hay algo más interesante y que pide paso porque será temporal y acabará en un mes, de dosis de lo otro vamos a tener para rato.

Verán, la historia es que desde el martes he recibido un montón de mensajes del tipo, y cito textualmente: “es una pasada”. O como el de una vieja amiga que me preguntaba “¿lo has visto? ¿se les ha ido la pelota o qué?”. Pero de todos me quedo con el de un tocayo: “tío y en Vera” y como es un pesetas su pregunta siguiente fue “¿sabes lo que les ha costado?”.

Pues todos esos comentarios tienen que ver nada más y nada menos que con una exposición pictórica. Si señor, cuadros colgados en una pared blanca que dependiendo de cómo los coloques y la selección que hagas, puede ser espectacular o sencillamente una exposición más. Pero en esta ocasión han conseguido dar con la tecla de ese algo excepcional con una colección de arte abstracto y post contemporáneo aglutinando obras de nada más y nada menos que treinta y dos artistas, todos ellos muy buenos, pero algunos de una reconocida trayectoria internacional.

La historia sí tiene nombre, Blue and Blue, y obviamente el secreto de la muestra está en el comisario de la exposición, que no es otro que Fernando Barrionuevo, de Centro Meca, que hace una parada en Vera antes de que sus propias obras vuelen hacia China invitado por el Ministerio de Cultura de la República Popular, para participar en la Exposición Internacional de Arte de la Ruta de la Seda.

Lo normal es que no pudiese nombrar a todos los artistas que participan en esta segunda fase del Blue and Blue de Vera, -ya que la primera actividad consistió en que un grupo de ellos realizase obras allí mismo, durante dos días de encierro en el teatro auditorio-, pero esto es internet y no tenemos limitación de espacio, así que los treinta y dos artistazos son:  Ángel García Roldán, Antonio de Diego Arias, Antonio Jesús García, Asunción Lozano, Belén Mazuecos, Carmen Guardia, Carmen Sicre, Eduardo Martín del Pozo, Ernesto Pedalino, Fernando Baños, Fernando Barrionuevo, Francisco Alarcón, Francisco Uceda, Jesús Campra, José Francisco Martín Pastor, Juan Morante, Karlos Kaplan, Laia Arqueros, Manuel Vázquez Domínguez, Mar Garrido, Mariló Entrambasaguas, Mercedes Lirola, Ming Yi Chou, Pablo Fernández Pujol, Pablo Foruria, Paco Lagares, Paco Lara Barranco, Pedro Cuadra González, Pedro Osakar, Tomás Cordero, Toña Gómez y Yolanda Relinque.

La exposición estará abierta hasta los primeros días de julio, y aún queda una tercera fase de Blue and Blue en la que dicen que Vera reencontrará uno de sus lugares mágicos de la mano del arte. Lo que mejor me cae de historia es que por si sola, desde una Vera convertida en ciudad cultural, capital del arte contemporáneo durante un mes, con un evento cultural es capaz de captar la atención de la gente, sustraerla del día a día para decir, sencillamente, que es una maravilla.


Algo gordo pasa en Vera
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