miércoles. 24.04.2024

Elena Torres, teleprensa.com Almería

Y el Almería se salvó. O más bien habría que decir que el Girona sentenció la eliminatoria y permitió al Almería permanecer en la Liga de Fútbol Profesional la próxima temporada.
Agónicos hasta el último momento, no se puede decir que este año esta provincia haya disfrutado con el fútbol.

Se nos llenó la boca presentando un equipo con aspiraciones de subir a Primera División y según iban pasando las jornadas y los puntos no sumaban íbamos aferrándonos a la ‘necesidad’ de al menos salvar la cara y aguantar en la Liga Adelante un año más. En medio, caída de entrenadores, que es lo más ‘práctico’ cuando entra el ‘pánico’ y no se suman puntos, salidas ‘inesperadas’ de jugadores emblemáticos que, imagino, intuían la debacle y algunas sustituciones en el mercado de invierno poco afortunadas.

El año ha sido malo, sin ambages. Prácticamente no ha habido ningún momento de disfrute a pesar de la entrega de algunos aficionados que han tenido el ‘valor’ de dejarse la voz en estos terrenos de Segunda División siguiendo a ‘su’ Almería. No es de extrañar que cuando se vive con tanta pasión se cuestione la profesionalidad de algunos jugadores que no han sabido estar a la altura.

Llegados a este punto, el club debe de hacer una profunda reflexión sobre lo sucedido y meditar con qué medios cuenta y a que va a aspirar la próxima temporada, dado el declive que está sufriendo. Y lo primero que debe dilucidar, con la cabeza fría, es si realmente Soriano se dibuja como el entrenador ‘ideal’ para ese proyecto.

Agoniosa salvación del Almería
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