miércoles. 24.04.2024

ALMERÍA.- “Anímicamente…”. Llegan los puntos suspensivos a la expresión del ‘7’ porque han pasado varias horas desde que se cerró el segundo partido, se ha superado un domingo duro con mil imágenes repasadas mentalmente, y se ha retomado la actividad con un nuevo objetivo en el horizonte. Juanmi González no puede ocultar que se sintió “un poco impotente, porque perder nunca sienta bien”. El onubense, pura competitividad, toma perspectiva y se rehace: “No hicimos lo que nos hubiera gustado contra Palma estos dos partidos en casa, pero hay que sacar fuerzas de donde se pueda y seguir trabajando, porque tenemos que llegar al quinto partido y tenemos que ganar dos veces allí para lograrlo”.

Se podría poner el punto y final en esa frase, porque lo que quiere es hablar sobre la pista de juego en Son Moix. Lejos de buscar lucimiento, lo que desea es ganar, y si alguien se lo propusiera no dudaría en cambiar malos partidos individuales por un billete de vuelta con la Superliga abierta: “Lo único que quiero es ganar, y prefiero jugar mal y ganar antes que jugar bien y perder”. Más claro, imposible. Es su primera final con tanta responsabilidad, y le llegarán muchas más, visto todo desde la más absoluta humildad: “Dar la cara allí, seguro, voy a intentar jugar poniendo lo mejor que tenga dentro de mí y hacer todo lo posible por la victoria, por hacer que mi equipo gane; no me considero ni jugador franquicia ni estrella”.

Si un atleta de sus características físicas y su talento se pone el mono de trabajo, todo lo demás fluye. Así es siempre, ya que nunca se deja nada por sacar, pero para que Unicaja Almería tenga mucho a favor caben matices: “Esperamos que en Palma tengamos ese plus que nos haga ganar los dos partidos y traernos el quinto a casa”. La definición de ese ‘ingrediente secreto’ es complicada, porque pueden ser muchas cosas: “El plus puede ser de todo, puede ser una varita que te toque en un punto decisivo, puede ser un error arbitral o puede ser un ánimo que te venga desde fuera, puede ser cualquier cosa, hay muchos tipos de pluses, y ojalá que los podamos tener todos de nuestra parte”.

En relación a uno de esos aspectos, el de la polémica, ni es su estilo ni tampoco culpa a la misma por la doble derrota: “Esta vez hemos jugado mejor que en la Copa del Rey y sí que hubo un poco de polémica, pero no se puede achacar la culpa a eso, a los puntos decisivos que podrían haber decantado más el set hacia nuestro lado, ya que al final, en el cuarto, Palma elevó su nivel muchísimo y defendió muchísimo, el bloqueo-defensa que tiene es muy fuerte, así que nos costó, nos costó llegar a su nivel”. Que nadie se lleve a engaños, ya que lo que hay entre ambos equipos es igualdad: “Está claro que los dos estamos a un nivel muy parecido y que los partidos pueden salir cara o pueden salir cruz”.

Viejos conocidos, muy estudiados por parte de los cuerpos técnicos respectivos, las cartas están boca arriba y todo se decide golpe a golpe: “Somos dos equipos que nos conocemos entre nosotros, que luchamos muchísimo, y se nota que tenemos una calidad que hace que los partidos queden bonitos, con acciones de defensa, de contraataque, buenos saques, jugadores con mucho potencial… y se nota que el partido puede decantarse de un lado o de otro”. A ese respecto, “el voley tiene que los partidos no se terminan hasta que se hace el punto 25, o el 15, y después eso anterior, que por cualquier motivo pueden decidirse de un lado o de otro cuando hay equipos tan parejos, y pueden ser un 3-0, un 3-2 o un 3-1”.

Los pequeños detalles son un foco de atención ahorradora en la preparación de la doble cita en Mallorca, ya que todo lo demás se tiene muy claro: “Allí no podemos ir con la actitud derrotista, pensando que hemos perdido en casa, que es nuestro sitio más fuerte, que no hemos jugado al nivel que esperábamos jugar, así que vamos a ir allí como si fuese nuestro propio pabellón para hacer lo máximo, ponerle las cosas lo más difíciles que podamos a Palma e intentar ganarle”. No se espera ninguna concesión: “Conociendo a Ca’n Ventura y conociendo a cada uno de sus jugadores, con los que he compartido vestuario aquí y en la Selección, yo sé que no van a estar relajados para nada”.

Juanmi González recuerda que su rival se nutre de “jugadores con experiencia y que tienen mucha calidad, muchos partidos a sus espaldas y muchas finales, así que ellos van a ir al 100%”. Como no, Unicaja “va a ir lo mismo, al máximo”. De todo lo vivido hay cosas positivas, y de todas ellas la elección del onubense está muy clara: “Me quedo con el apoyo que hemos recibido por todas partes, tanto en el pabellón con la afición, o por las redes sociales, por nuestras familias… me quedo con eso y me quedo con que somos un grupo de jugadores a los que nos gusta trabajar juntos, y eso al final tiene que dar sus frutos en Palma y en el quinto partido”. Ahora, más que nunca, ‘lok’tar ogar’ con acento onubense.

Agarrarse al plus que decide los partidos
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