Javier Salvador, @jsalvadortp
La única receta que falta darle a los jubilados de España es que inviertan en bitcoin, porque entre Rafael Hernando que les dice que no son los peor parados de los años de crisis, y un Cristóbal Montoro de Hacienda que sale con la patochada del IRPF que sólo beneficia a las jubilaciones de sus señorías y pocos más, tenía que aparecer también el presidente del Banco de España recordándoles que tienen una vivienda en propiedad que es parte de sus ahorros para la jubilación. Sinceramente estoy acojonado, porque parece como si les fuesen a aplicar un 155 a lo Cataluña, al estilo de esto es lo que hay por aquí mando yo, aunque sin contar con que su movilización podía convertirse en algo mucho más destructivo que el mismísimo Huracán Irma, ya que esta tercera edad tiene mas arrugas en la cara que en el espíritu de lucha.
El Gobierno del PP liderado por Mariano Rajoy y que sostiene Ciudadanos de Albert Rivera se encuentra en estos momentos en plena tormenta perfecta. Por una parte la tercera edad se aleja de ellos y girará hacia la izquierda como único espacio que les puede garantizar aquello que les dio en sus años de gobierno. A esto se une que no han sido capaces, ni con escuchas ilegales en el despacho del mismísimo ministro del Interior, de solucionar la crisis en Cataluña y que un tal Carles Puygdemont nos está haciendo pasar un ridículo tan espantoso como internacional. Pero la gota que colma el vaso de la desesperación en la derecha ha llegado con absolución de un tuitero, esa nueva especie de diablo judeomasónico, que nada mas y nada menos que se atrevió a hacer un chiste malo de la muerte de Carrero Blanco, uno de los hombres fuertes de la dictadura franquista. Y, además, por si fuera poco, el tuitero @kira_95 ahora es tuitera y colaboradora del diario.es, que eso debe ser ya muestra de ser rojo del todo, tipo rojo sangre fosforescente.
Pero volvamos a los abuelos que han tomado las calles y que armados únicamente de sus paraguas tienen mas peligro que todos los antisistema de este país juntos, porque sin volcar contenedores ni hacer barricadas, representan un movimiento que no van a poder parar los antidisturbios. Y miedo me da la manifestación del día 17 de marzo, porque además de multitudinaria puede provocar un inmediato cambio del status quo en una España que pese a haber dilapidado la hucha de las pensiones, disparo la deuda pública del país y recortado libertades tan básicas como la de expresión, aún se permite decir que va bien y en buena dirección de crecimiento.
A todo esto hay que esperar a que Mariano Rajoy llegue al congreso y prometa una subida de 100 o 200 euros a los jubilados en los próximos años, siempre a partir de las próximas elecciones generales como en el caso de los policías y guardias civiles. De paso también puede prometerles el Ave a Almería para que pasen aquí sus vacaciones de invierno, porque creo que sólo así pillaríamos tajada en el sur.
Como está claro que creen que todos somos tontos de remate y que a los jubilados se les arregla con tres merendolas en campaña, tienen los santos cojones en este PP de vender renovación y revolución en las listas para paliar la fuga de votos, y qué mejor renovación y revolución que confirmar como candidato al presidente del partido y de la diputación de Almería como alcaldable en Roquetas de Mar. Son 73 años de edad, más de 30 en cargos públicos sin dejar sus empresas, e investigado precisamente por presuntamente favorecer a las sociedades de más de 100 familiares y amigos. Y luego me dirán que esto de la marca España no es un invento de cojones, casi tanto como invertir en bitcoin.
